Durante mucho tiempo, a lo largo de varios años, Gabriel Batistuta fue el máximo goleador de la historia del seleccionado argentino. Con 56 goles, una cifra que parecía indiscutible, lideraba cómodo la tabla por encima de otras figuras como Hernán Crespo, Diego Maradona, Mario Alberto Kempes y Lionel Messi. Sin embargo, con la conquista que le señaló a Venezuela, el rosarino lo alcanzó: es, ahora, el jugador que más goles metió representando al país.
El debate estaba instalado porque La Pulga metió 54 tantos. Pero a Batistuta le descontaron dos. La determinación la tomó la FIFA. Esos goles del Bati habían sido en 1995, en un partido contra un combinado de la selección local de Eslovaquia. Para el ente que organiza el fútbol, ese partido no era de los denominados como "Clase A", por lo que no tenía validez oficial. Un partido, para ser "Clase A", debe ser jugado contra un seleccionado oficial en una fecha FIFA. En este encuentro, esas premisas no se respetaron.
El partido de los goles del Bati:
Por eso, Messi lo alcanzó. Por eso, ahora, el nuevo rey, el tipo que más veces gritó un gol con la camiseta de la selección puesta, sigue siendo santafesino; pero esta vez, no nació en reconquista: nació en Rosario.