Esto es así debido a que el papel higiénico está considerado por los expertos como el hébitat perfecto para los microbios debido a que el tipo de papel con el que está hecho absorbe bacterias, microbios y otros "bichos" que hayan dejado los que estuvieron antes en el cubículo. Por su parte, la curvatura y el material con el que está fabricada la tapa, la hacen ideal para evitar que los microorganismos se queden mucho tiempo sobre la misma.