A Eduardo Galeano le gustaba representar al mundo como un “mar de fueguitos”. Así lo perpetuó en un microcuento que forma parte de El libro de los abrazos, una recopilación de relatos breves que se publicó por primera vez en 1989.
“No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende", concluye el texto que fue reproducido miles de cientos de veces por miles de cientos de personas en diversas plataformas, ciudades, países. Fueguitos, decía Galeano. Eso somos.
Galeano escribió otros libros antes y después de El Libro de los abrazos: su consagración internacional, desde su Montevideo natal, llegó con Las venas abiertas de América Latina, en 1971, un texto que le costó, además, su exilio dos años después. Después vendría la trilogía de Memoria del fuego, Mujeres, Patas Arribas. La escuela del mundo al revés, Los hijos de los días, por nombrar sólo algunos.
Los textos de Galeano –desde los más político ideológicos hasta los más literarios- pueden leerse y releerse y nunca perderán actualidad. La coherencia de su pensamiento, la minuciosidad de su análisis, la precisión en su narrativa y el constante compromiso con los derechos humanos lo mantienen vivo, ardiente, siempre dispuesto a alumbrar. Para que se encienda quien se acerque a mirar.
1) La “historia oficial” de la conquista y explotación de los pueblos de América Latina
2) En apenas cuatro o cinco oraciones y mucho antes de que en América Latina se hablara sin tapujos y se denunciara la violencia de género, desentramó el quid de la cuestión: “La violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”.
3) Visibilizó además a los pobres, los desposeídos, los olvidados. “Los nadies”.
4) ¿Cómo se narran con gallardía los robos de bebés, las torturas, el plan sistemático y macabro de las dictaduras latinoamericanas? Así, como narraba Galeano.
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