La Federación Australiana de Fútbol anunció este miércoles que está comprometida a investigar todas las denuncias de acoso sexual e intimidación a raíz entre mujeres de que saltaran a la luz los casos de dos exjugadoras de la Selección nacional de ese país.
Esta decisión llega después de que la delantera Lisa De Vanna, quien disputó 150 partidos con el conjunto australiano antes de retirarse del fútbol el mes pasado, revelara en una entrevista a una revista que durante el principio de su carrera fue víctima de acoso sexual e intimidación por parte de otras compañeras de Selección.
"¿Me han acosado sexualmente? Sí. ¿Me han intimidado? Sí. ¿Ostracismo? Sí. ¿He visto cosas que me han incomodado? Sí", dijo la segunda máxima goleadora del conjunto nacional, de 36 años, al insistir que "cuando era joven no sabía cómo abordar esto (...) pero sigue ocurriendo en todos los niveles y es hora de hablar".
De Vanna aseguró en una nota publicada el martes que los incidentes ocurrieron en las duchas y el vestuario, donde fue tirada al suelo y otras compañeras se restregaron con ella.
"He sido testigo de: mujeres que protegen a mujeres que abusan de mujeres. Jugadores que protegen a jugadores veteranos que abusan de jugadores jóvenes. Organizaciones que protegen a entradores y jugadores que abusan de los jugadores. El abuso es abuso", escribió a principios de mes la exfutbolista en su perfil de Twitter.
Su posteo no fue casual sino que fue una respuesta a un tweet que hizo Megan Rapinoe -la figura más saliente del fútbol de Estados Unidos y que es abanderada en contra de la discriminación sexual y racial- en el que denunciaba que los hombres encubren a otros hombres en casos de abusos a mujeres.
Además de De Vanna, quien pidió se sancione a los responsables de este tipo de conducta, la exjugadora Rhali Dobson, de 29 años y quien se retiró del fútbol en marzo, también denunció haber sido víctima de acoso sexual. "Es una cosa que todavía sucede, hasta en los más altos niveles, y hasta que no se aborde no va a cambiar nada", dijo Dobson en la misma entrevista a la revista.
A raíz de estas declaraciones, la Federación Australiana indicó en un comunicado que mantiene "tolerancia cero ante cualquier conducta que infrinja las normas y los valores" de los deportistas.
"Pedimos a todos que presenten sus acusaciones de manera formal para proceder a investigar a fondo", apunta el organismo al alentar a de Vanna y Dobson a denunciar mediante los "canales apropiados".
El ente también señala que "no tenía conocimiento" de los incidentes tras haberse reunido previamente con De Vanna. Este escándalo de presunto acoso sexual y una cultura tóxica en el fútbol femenino se suma a acusaciones similares en otras disciplinas como la natación, el hockey y la gimnasia en Australia.