En los fracasos de Racing en los mercados de pases anteriores al desembarco de Diego Milito como secretario técnico del club, hay una negociación emblemática: porque en julio del año pasado, se compró la mitad del pase de Rodrigo Amaral, una de las grandes promesas del fútbol uruguayo, con un antecedente de haber llevado la camiseta diez charrúa en el Mundial Sub-20 de Corea de Sur, pero el volante ofensivo no logró jugar ni un minuto en la primera de la Academia, aunque sus problemas de peso y de disciplina, no desencantaron a los dirigentes, que insistieron tanto que ahora Coudet lo examinará en el arranque de la pretemporada, en lo que representa una segunda oportunidad, a ver si puede ser tenido en cuenta para los próximos objetivos del equipo.
Lo más productivo de Amaral en Racing tuvo que ver con un par de apariciones en la Reserva que conduce Juan Ramón Fleita, pero más allá de las condiciones que había mostrado en Nacional de Uruguay, nunca pudo hacer pie en el club de Avellaneda, y por eso siempre se habló más de su dieta o de la falta de profesionalidad que exhibía a cada paso, sin que ello le haya significado, que fuera descartado del futuro de la Academia.
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Ahora, para tener una mínima chance ante los ojos de Coudet, el uruguayo está realizando un trabajo físico especial, que contempla entrenamientos en doble turno, con la cuarta división del club, para estar afilado para el comienzo de la pretemporada de la primera, allá por el 25 de junio. Es que los dirigentes siguen creyendo que “es más de una apuesta”, con condiciones extraordinarias, que todavía no pudieron salir a la luz en Racing.
Hace un año, el jugador entró en un conflicto legal y económico con Nacional y por eso tuvo que armas las valijas. Antes de arreglar su llegada a Racing, estuvo en los planes de la Juventus de Italia, y un tema que le jugó en contra en la adaptación al medio argentino tuvo que ver con que iba a jugar primero a préstamo en Gimnasia, y al caerse la negociación con el Lobo, perdió terreno también en la Academia. Ahora, el que le tomará un nuevo examen será Coudet, que no le va a regalar nada.
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