Deportes
En el Día de la Música recordamos a varios deportistas que después de su retiro como profesionales se dedican, o al menos lo intentaron, al arte. Hay de varios estilos y en la mayoría de los casos, con inversa proporción de público: con la pelota en los pies, los veía más gente que con la guitarra en la mano.
El Rifle Pandolfi
Nació en Vélez, lo compararon muchas veces con Francescoli, jugó en Boca y se retiró en Vélez. Ganó con ambos títulos locales, Libertadores e intercontinentales y luego colgó los botines, pero no paró. Se reinventó y se sumó a la banda Actitud Sospechosa, que le tenía un lugar reservado para el momento indicado. Subió como invitado de Los Piojos en un Luna Park y luego se largó con Mil Hormigas, banda con la que sacó dos discos y anunció un parate que todavía se sostiene en 2011. Pero el Rifle tampoco paró y se puso bajo las ordenes de un director y encarnó como actor un personaje en la pelicula "La Despedida".
Gerardo Cardone
No es el frontman, pero toca la guitarra y hace coros en Juguete Ruidoso. Fue un "cinco" surgido en Banfield, donde jugó más de un torneo en Primera. Junto con el descenso del Taladro, su carrera continuó ligada al ascenso, pasó por Ferro, All Boys y dejó un gran recuerdo en sus dos etapas en Brown de Adrogué, donde además se retiró. Su principal inconveniente con la pelota fueron las lesiones y arriba del escenario no parece sumar inconvenientes.
Sandro Guzmán
Opacado por el enorme José Luis Chilavert -cuando su inmensidad respondía a sus soberbias actuaciones- atajó cuando pudo en Vélez y pegó el gran salto a Boca, donde le tocó reemplazar a otro peso pesado: el Mono Navarro Montoya, peleado con Bilardo. Con nuevo técnico, el Bambino Veira, tuvo el episodio que le marcó su carrera: tras una serie de errores en el primer tiempo ante Español lo reemplazó por Abbondanzieri, que se adueño del arco. "Lo saqué para protegerlo", se había excusado el Bambino. Lejos del fútbol, es rastafari y atiende un kiosko.
Guillermo Vilas
Como tenista, no hacen falta presentaciones. Amigo de Keith Richards, el mito dice que zaparon en Montecarlo y cuando a Willy se cansó de no tener exposición tras colgar la raqueta, a fines de los 80 y principios de los 90 intentó con la electrónica y el house y años después con Dr Silva, algo más rockero y con blues.
Bernardo Leyenda
Sin lugar en All Boys, el ex arquero de Vélez, River, Racing y Banfield, entre otros, le dedica más tiempo a su banda Corbatas Ajustas, donde toca la guitarra bajo el seudónimo Ley. Ensaya hace dos años y tiene pensado continuar con el fútbol, sin dejar la viola.
Dúo Cavenaghi – Bracamonte
En medio de una entrevista, los delanteros identificados con las camisetas de River y Boca, respectivamente, se complementaron en un dúo a dos guitarras con un tema de Arbol.
Nelson Cuevas
No es Beto Cuevas, el Pipino el delantero que supo gritar goles en River y que muchas veces dejó pasar las horas en las concentraciones con rasguidos en la criolla, en esta ocasión le dedica un tema a su compatriota Salvador Cabañas, en Argentina identificado con Boca.
Dario Dubois
Uno de los personajes mitológicos del ascenso mejor guardados. Forjó su carrera íngramente en divisionales menores y se las rebuscaba como sonidista para subsistir y además tenía una banda de black metal. Su tributo máximo con el rock lo dio en Midlan, antes de salir a jugar el clásico con Argentino de Merlo se pintó la cara como muchos frontman de su género preferido salen a escena. Continuó la práctica hasta que la mismísima AFA lo prohibió, pese a que el reglamento no impedía que los futbolistas jugaran con la cara pintada.
Gerardo Cardone
No es el frontman, pero toca la guitarra y hace coros en Juguete Ruidoso. Fue un "cinco" surgido en Banfield, donde jugó más de un torneo en Primera. Junto con el descenso del Taladro, su carrera continuó ligada al ascenso, pasó por Ferro, All Boys y dejó un gran recuerdo en sus dos etapas en Brown de Adrogué, donde además se retiró. Su principal inconveniente con la pelota fueron las lesiones y arriba del escenario no parece sumar inconvenientes.
Sandro Guzmán
Opacado por el enorme José Luis Chilavert -cuando su inmensidad respondía a sus soberbias actuaciones- atajó cuando pudo en Vélez y pegó el gran salto a Boca, donde le tocó reemplazar a otro peso pesado: el Mono Navarro Montoya, peleado con Bilardo. Con nuevo técnico, el Bambino Veira, tuvo el episodio que le marcó su carrera: tras una serie de errores en el primer tiempo ante Español lo reemplazó por Abbondanzieri, que se adueño del arco. "Lo saqué para protegerlo", se había excusado el Bambino. Lejos del fútbol, es rastafari y atiende un kiosko.
Guillermo Vilas
Como tenista, no hacen falta presentaciones. Amigo de Keith Richards, el mito dice que zaparon en Montecarlo y cuando a Willy se cansó de no tener exposición tras colgar la raqueta, a fines de los 80 y principios de los 90 intentó con la electrónica y el house y años después con Dr Silva, algo más rockero y con blues.
Bernardo Leyenda
Sin lugar en All Boys, el ex arquero de Vélez, River, Racing y Banfield, entre otros, le dedica más tiempo a su banda Corbatas Ajustas, donde toca la guitarra bajo el seudónimo Ley. Ensaya hace dos años y tiene pensado continuar con el fútbol, sin dejar la viola.
Dúo Cavenaghi – Bracamonte
En medio de una entrevista, los delanteros identificados con las camisetas de River y Boca, respectivamente, se complementaron en un dúo a dos guitarras con un tema de Arbol.
Nelson Cuevas
No es Beto Cuevas, el Pipino el delantero que supo gritar goles en River y que muchas veces dejó pasar las horas en las concentraciones con rasguidos en la criolla, en esta ocasión le dedica un tema a su compatriota Salvador Cabañas, en Argentina identificado con Boca.
Dario Dubois
Uno de los personajes mitológicos del ascenso mejor guardados. Forjó su carrera íngramente en divisionales menores y se las rebuscaba como sonidista para subsistir y además tenía una banda de black metal. Su tributo máximo con el rock lo dio en Midlan, antes de salir a jugar el clásico con Argentino de Merlo se pintó la cara como muchos frontman de su género preferido salen a escena. Continuó la práctica hasta que la mismísima AFA lo prohibió, pese a que el reglamento no impedía que los futbolistas jugaran con la cara pintada.
Te puede interesar:
SE ESTÁ LEYENDO AHORA
las más leídas
comentar