“Yo nunca en mi vida vi un equipo con tanta furia”, recordó Sergio Hernández con relación al partido que la Selección Argentina le ganó a su par de Lituania en el duelo por la medalla de Bronce de Pekín 2008.
Pero Manu Ginóbili no pudo disputar el trascendental encuentro por culpa de una lesión, que lo tuvo en vilo hasta minutos antes del juego.
En secreto, el bahiense en la previa se apartó a una cancha de entrenamiento y exigió su físico al máximo, pero se dio cuenta que no podía jugar.
“Manu se fue a una cancha apartada a probar, sin que nosotros supiéramos nada. Todo esto oculto, para no despertar ilusiones en el resto del equipo. Lo vimos cambiado de jugador, sacándose un vendaje que tenía y entre lágrimas”, recordó Hernández en diálogo con el canal DeporTV.
Sus compañeros, al ver su reacción por perderse el último partido de la competencia ante Lituania, decidieron dejar todo en cancha, motivados por el dolor de Manu.
“Teníamos que ganar el partido como sea y compensar la baja de nuestro mejor jugador”, recordó Pablo Prigioni.