Eduardo Coudet parece quedar atrapado por cierta sobreactuación a la hora de mostrarse públicamente dirigiendo a Racing. Ese contenido gestual excesivo lo termina desacomodando y exponiendo su peor versión.

Dice el Flaco Menotti que Eduardo Coudet es uno de los entrenadores jóvenes que rescata. Sobre todo por su pasión, por sus inquietudes y búsqueda permanente del conocimiento, por sus deseos de aprender y porque nunca le escapa a ninguna charla futbolística.

Fue en México, cuando Menotti dirigió a Tecos en el segundo semestre de 2007 y el Chacho Coudet jugaba para San Luis (luego actuó en el Necaxa), que los encuentros se fueron produciendo. Era Coudet el que los proponía y Menotti los aceptaba. Allí, fueron tejiendo una relación de amistad que el técnico campeón del mundo valora. Y de la que Coudet se enorgullece.

¿Qué influencias abrazaron a Coudet después de sus largas charlas con Menotti en México? Esto solo lo sabrá Coudet. Las influencias no son ni pueden ser contenidos tangibles que uno copia y pega. Son eslabones que uno puede ir recogiendo a lo largo de la vida para aplicar o no en determinadas circunstancias.

Aunque ya adquirió cierta experiencia en la función de técnico (arrancó conduciendo a Rosario Central en el 2015 y luego pasó por el Tijuana de México hasta regresar a la Argentina para vincularse a Racing desde enero de 2018), Coudet todavía está en una etapa de experimentación. Bastaría con refrescar lo que confesó Menotti hace varios años: “Yo recién me sentí entrenador cuando dirigí al Barcelona en el 83. Y eso que ya había salido campeón con Huracán en el 73 y había manejado la Selección durante ocho años en dos mundiales, más allá de mi paso por los juveniles en aquel equipazo que se consagró en Japón en el 79”.

Hablaba Menotti de los tiempos de maduración y de plenitud que siempre son intransferibles. Tiempos que Coudet está transitando. Quizás en ese tránsito nunca lineal el técnico de Racing se deja atrapar por cierto tumulto. Porque su conducción a la hora de los partidos lo encuentra despojado de cualquier perfil que tenga conexión con la serenidad.

Por el contrario; parece Coudet transformarse en un verdadero aficionado del stand up. Sobreactúa en la cancha su profesión de técnico. La adrenalina que lo invade no le permite observar el partido con relativa calma. O con la calma imprescindible para entender situaciones.

Aparece en escena siempre gesticulando de una manera abrumadora. Dando indicaciones con ambos brazos con una vehemencia casi desbordada. No insulta a los árbitros, pero les mete presión con una ampulosidad notable para interpretar cada fallo, en especial cuando Racing juega de local.

Esas formas alteradas para vivir el fútbol no parecen acercarlo en esos instantes a una reflexión inteligente. Es más: sus aportes al borde del campo de juego y en muchas oportunidades dentro del campo, si suman algo en particular es confusión. Los jugadores demandan señales claras y precisas y no ordenes permanentes (de un entrenador en estado de excitación) que brotan para satisfacer una ansiedad que no domina.

Más bien que no son nuevas estas tendencias de técnicos hiperactivos que en realidad se dejan ganar por conductas que respiran un aire de exhibicionismo quizás no deseado. Muy certeros para visibilizarse con las audiencias mediáticas y con los hinchas, pero poco eficaces y prudentes para establecer una comunicación fluida y directa con los jugadores durante los desarrollos de los partidos.

Coudet, seguramente, tiene un gran futuro por delante. Está empezando a recorrer un camino como entrenador. Y es muy probable que lo acosen los apuros propios y los ajenos. Y también las urgencias que pretende imponer el ambiente. Pero ni apurado ni urgido suelen encontrarse las respuestas más adecuadas. Ni en el fútbol ni fuera de las fronteras del fútbol.

Vivir con pasión no necesariamente es vivir gritando, agitando los brazos y tomándose la cabeza cuando algo no sale bien. Coudet no lo debe desconocer, aunque por ahora cultive esas malas costumbres que su admirado Menotti nunca reivindicó.

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