Tras doce días de competencia y despertar una fiebre por el deporte en la Argentina, los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 bajaron anoche su persiana con el apagado de la llama olímpica y el traspaso del legado a Dakar, que será sede de la próxima edición en el año 2022.
A las 20.16 en punto, el pebetero ubicado en el Parque Olímpico de Villa Soldati apagó la llama, mientras a cientos de metros, en el lugar de la ceremonia de clausura ubicada en la Villa Olímpica, dos niños soplaban imaginariamente a la pantalla donde en la que aparecía la imagen. El momento fue acompañado por miles de personas que se acercaron gratuitamente con su Pase Olímpico de la Juventud al centro del Parque Olímpico.
“Tengo algo muy importante que hacer, tengo que decir una frase que no nos gusta. Tengo que decirles que declaro terminados los terceros Juegos Olímpicos”, anunció el presidente del COI, Thomas Bach.
Lo concreto es que la ceremonia disparó más alegrías que tristezas, desde lo organizativo a lo deportivo. La delegación argentina que compitió desde el primer día completó unos juegos de ensueño, con una cosecha de medallas que superó las expectativas. Así, fueron 32 las ocasiones en las que los chicos del país se subieron a los diferentes podios.
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En cuanto a la ceremonia de cierre, de 45 minutos, contó sólo con la presencia de los deportistas de las delegaciones y la prensa acreditada.
Un dato destacable en el derrotero de los Juegos fue la asistencia de más de un millón de personas según informaron las autoridades.
Se vio presentes ayer al titular del COI, Thomas Bach; el titular del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein; y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Durante la ceremonia, los deportistas bailaron y disfrutaron con un espectáculo de acrobacia y circo que dio inicio a la despedida. Acto seguido, se escuchó el himno nacional argentino en una versión folklórica interpretada por Soema Montenegro.
Luego se exhibió un video de los mejores momentos de los Juegos, desfilaron los abanderados de cada delegación -la medallista dorada María Sol Ordás llevó la argentina-, y siguió un reconocimiento a las personas que trabajaron en las sedes. A continuación, las autoridades se hicieron presentes en el escenario y se escuchó el himno olímpico. El basquetbolista Fausto Ruesga entregó a representantes de Senegal, sede de los Juegos 2022, la bandera olímpica para pasarle la posta de la futura cita olímpica de la juventud.