Diego Armando Maradona tendrá una estatua en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, según anunció el empresario Eduardo Eurnekian en un aviso fúnebre publicado en el diario La Nación. La idea del titular de Corporación América, el grupo que conduce Aeropuertos Argentina 2000, es que este reconocimiento al mejor futbolista de todos los tiempos se instale el mes próximo.
El proyecto surgió por un pedido del mismísimo Maradona, quien le confesó a Eurnekian cuánto le entusiasmaba que una estatua suya reciba y despida a todos los que entran y salen del país.
"Después de que Eurnekián publicara el obituario, surgió la idea de la estatua en 3D. Cuando le propusieron el proyecto de 3D agarró enseguida, porque es muy innovador. La idea es que esté lista para diciembre”, precisó la vocera Carolina Barros en diálogo con Télam.
Fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 indicaron que aún no está definido el lugar de emplazamiento de la estatua, pero aseguraron que será en un lugar destacado para que pueda cumplir el deseo de Diego de que la vean "quienes llegan y se van del país".
Eurnekian es el dueño de la Corporación América, propietaria a su vez de la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, que maneja 33 aeropuertos dentro de la Argentina desde 1998, y es uno de los empresarios más ricos del país, con inversiones que abarcan el sector energético, la construcción y los servicios.
Su relación con Maradona data de los días previos al Mundial de 1978 cuando otro amigo del empresario, el exdirector técnico César Luis Menotti, le pidió que lo "bancara" al 10, debido a que no lo iba a convocar para jugar ese Mundial y había que "cuidarlo para el próximo".
A partir de entonces el empresario y el futbolista mantuvieron una relación prácticamente ininterrumpida, en la que Eurnekian fue clave para muchos de los contratos firmados con sponsors e incluso se hizo cargo de su pase a Boca en 1995, valuado en ese momento en el orden de los 10 millones de dólares.
Fue Eurnekian quien lo convocó luego para que comentase para el canal América los partidos de la Copa del Mundo de 1998 en Francia y el vínculo se mantuvo hasta el fallecimiento de Diego.
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