El tenista español fue homenajeado y volvió a recibir una ovación en el estadio principal de Roland Garros. Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray estuvieron presentes.
Las lágrimas de Rafael Nadal en su casa. porque a esta altura nadie pone en dudas que Roland Garros es su lugar en el mundo, marcaron el final de un homenaje emotivo al mejor jugador de tenis todos los tiempos en polvo de ladrillo.
Fue como si el español hubiera ganado su décimoquinto titulo en la Philippe-Chatrier, donde volvió a recibir una ovación del público, el homenaje de sus principales rivales y el cariño de sus allegados.
El homenaje al que se resistió el año pasado cuando perdió en primera ronda contra el alemán Alexander Zverev regresó con fuerza, con un acto cargado de emotividad. Toda su familia en las gradas, un público enfervorecido que gritaba su nombre y el 'big4' con el que tantas batallas protagonizó.
Este domingo, en el court central Philippe-Chatrier de Roland Garros, el extenista de 38 años fue homenajeado por el certamen ya que esta edición actual del torneo es la primera que se disputa sin la presencia de Nadal en el cuadro.
En un estadio repleto y con remeras naranjas con la leyenda ´Merci Rafa´, el español ingresó al Philippe-Chatrier bajo una lluvia de aplausos que conmovieron a los aficionados y hasta al propio Nadal que llegó a la red y rompió en llanto, alzando sus manos para saludar al público.
Luego de varios minutos sin poder contener las lágrimas, el 14 veces campeón de Roland Garros pudo recomponerse y hablarle al público presente: “Ha sido una historia increíble que empezó en 2004, cuando vine por primera vez, pero llegué en muletas y no pude jugar por mi pie. Desde lo más alto de la pista, deseaba poder bajar a jugar. En 2005, puede jugar por primera vez, tenía 18 años. 20 años después, me he encontrado rivales que me han llevado al límite en lo físico y mental, que me han hecho crecer cada día”.
"Me llevaron al límite", les dijo a Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray, a quienes abrazó en medio de la cancha en la que durante 20 años dictó la ley y donde solo uno de ellos, el serbio, consiguió derrotarlo.
"Creo que hemos demostrado que se puede querer al rival y al tiempo querer ganarlo con todas tus fuerzas y esforzarte al máximo para conseguirlo", dijo posteriormente.
“Aquí, en la tribuna que hoy amablemente nos han cedido, hay mucha gente que me han querido acompañar en este momento. Es difícil empezar por alguien, pero lo haré por mis amigos de toda la vida, que siempre han sido un pilar. A los patrocinadores, que os habéis convertido en amigos. Gracias por haber confiado en mí durante tantos años. Sobre todo, porque, en los momentos de dificultad, no dejasteis de confiar en mí. A todos los entrenadores, preparadores físicos y fisios que habéis estado conmigo en mi carrera. A mi equipo de siempre, que habéis sido una segunda familia para mí. Y a mi familia. Muchísimas gracias por todo durante tantos años” agregó el español.
Nadal continuó agradeciéndole a su tío Toni, que supo ser su exentrenador: “Toni, eres la razón por la que estoy aquí. Gracias por haber dedicado una gran parte de tu vida a querer estar conmigo. Entrenando, haciéndome sufrir, reír, llevándome al límite. Lo que hemos vivido no siempre ha sido fácil, pero ha valido la pena. Por nuestra forma de ser, ni tú ni yo somos de expresar los sentimientos, pero mi gratitud es infinita. Has sido, sin ninguna duda, el mejor entrenador que jamás hubiera podido tener”.
Por último, el mallorquín culminó con unas palabras para su esposa Mery Perelló: “Mery, eres mi mejor compañera de vida. Así es más fácil, porque con las emociones y todo... No nos podíamos imaginar en 2005 que estaríamos aquí 20 años después siendo una familia. Has estado siempre apoyándome desde una posición no siempre fácil. Espero hacerte igual de feliz que tú a mí. Gracias a la energía y felicidad que nos da nuestro niño, todo ha sido mucho menos complicado”.
Luego tuvo tiempo de explicar a los periodistas que empezó una nueva vida en la que se encuentra ajeno al tenis, lejos de las tensiones que le producía y con la calma de haber potenciado "su otra vida".
"No tengo la sensación de haber hecho sacrificios, porque hacía lo que me gustaba", aseguró el español, que definió su carrera por "la búsqueda de la mejoría", el respeto a los demás y la voluntad de sobrepasarse.
"No me fui cansado del tenis, terminé amándolo pero mi cuerpo ya no podía más. Cerré una etapa de mi vida y como no tengo un gran ego, no necesito momentos como el de hoy, vivo bien en el anonimato de la vida cotidiana", señaló.
Nadal conquistó Roland Garros en 14 oportunidades, siendo el máximo ganador del certamen escoltado por el francés Max Décugis con ocho. El extenista de 38 años fue campeón en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022.