Un adolescente que estaba desaparecido desde el pasado 24 de agosto fue encontrado muerto, con un disparo en la cabeza, en un descampado del partido de Cañuelas y los investigadores del caso manejan tanto la hipótesis de un crimen, como la de un suicidio. En tanto, los familiares del chico apuntaron contra la deficiencia en los operativos de búsqueda que llevó adelante la Policía bonaerense, ya que el cuerpo apareció en terrenos que, presuntamente, habrían sido rastrillados.
Se trata de Luciano Rodríguez, de 18 años, cuya desaparición había sido denunciada por su padres en la jornada del 25 de agosto, luego de que efectuara un abandono de hogar al haber mantenido una discusión con sus familiares, que le objetaban algunas de sus amistades. Al no tener noticias de su hijo, la madre radicó la denuncia y se abrió un expediente por “averiguación de paradero”, en el que se siguieron una serie de pistas que no arrojaron resultado positivo.
Ayer, en horas del mediodía, un dron que era operado por personal de la DDI de San Vicente observó un cuerpo, oculto entre la maleza de un descampado del barrio San Esteban de Cañuelas y al revisarlo, se estableció que se trataba de Luciano Rodríguez, el chico que estaba desaparecido.
“El cadáver fue hallado a la intemperie, en un predio que está sobre la ruta 3, a escasos metros de donde los familiares se manifestaron días después de la desapareción”, consignó el portal Info Cañuelas, replicando las quejas de los familiares,quienes apuntaron que “estaba en el campo donde la mamá pidió que rastrillaran, pero nunca le hicieron caso. La policía del Destacamento Los Pozos decía que habían revisado ese lugar, pero no es cierto. La investigación fue muy mala”.
Si bien no trascendieron mayores detalles, la muerte habría estado motivada por un disparo en la cabeza, aunque resta conocer el resultado de la autopsia para establecer la data de la fecha del fallecimiento y como se produjo el fatal desenlace, sí se trató de un homicidio o se quitó la vida.
Amigos de Luciano Rodríguez habían sostenido que, al verlo por última vez, hace 35 días, había ido caminando en dirección a ese descampado. No obstante, como la identificación del cuerpo habría sido a simple vista y estuvo a cargo de su madre, se estima que la muerte se produjo mucho después der la desaparición.
“El joven se fue de su casa el 24 de agosto, enojado con su madre, que le reprochó el trato que tenía con algunos vecinos del barrio San Esteban, gente de mal vivir. Desde entonces mantuvo su celular apagado y sin actividad en sus redes sociales”, precisaron los investigadores del caso.
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