Si hablamos de la televisión argentina no podemos dejar de mencionar a Mirtha Legrand, una de las conductoras más importantes del medio. Este sábado en su programa “La Noche de Mirtha”, la diva uso un vestido de tul amarillo decorado con cristales y aseguró que “dicen que el amarillo en televisión no va. Pero va perfecto".
Mirtha Legrand, quien ostenta el récord Guinness por sus 54 temporadas al frente de sus clásicas mesas, remarcó que lo que se dice “son habladurías, le hacen mala fama al amarillo".
Mirtha lució orgullosa la creación exclusiva de Claudio Cosano, diseñador al que hizo pasar al set pasar para saludarlo: “no te quiero molestar. Sos una reina”, le dijo el modisto, mientras recibía aplausos.
Para terminar de una vez con la mala fama de color amarrillo, la gran representante de la televisión argentina sentenció: "mi vestido es divino, una belleza".
Desde tiempos inmemorables, este color tuvo siempre una connotación negativa. El amarillo alertaba de las pandemias durante la Edad Media y hacía referencia a la traición y falsedad para los cristianos. Actualmente, se usa para descalificar a cierta parte de la prensa. Y se cree que trae mala suerte en el teatro, cine o TV.
La máxima superstición surgió con la muerte del dramaturgo y actor francés Molière en 1673. A pocos días del estreno del ballet-comedia “El enfermo imaginario”, falleció tras sufrir un ataque de tos y convulsiones sobre el escenario cuando iba vestido de amarillo.
Al mismo tiempo en que desterraba el mito de la mala suerte que le adjudican al amarillo en los escenarios, Mirtha Legrand se jactó de su pelo natural y mostró que no tiene nada de postizo.
"Muchos me preguntan si tengo postizos. No. es mi pelo todo", afirmó.
Entre risas, Mirtha Legrand demostró la fortaleza de sus cabellos: "Miren, me tiro. Es mi pelito", dijo entre risas la gran conductora de “La Noche de Mirtha”.
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