Con una puntualidad bien inglesa,
Johnny pisó las tablas del escenario palermitano a la hora señalada: el reloj marcó las 21:00, comenzó a sonar "
Playland" y los cuerpos de los cientos de presentes se pusieron en movimiento.
Sin mediar palabra,
Marr, hábil y sabiendo cómo meterse el público en el bolsillo de entrada, pegó el primer tema de la banda que lo vio nacer profesionalmente, que le dio un nombre y gracias a la cual, no lo dudemos, hoy puede disfrutar de una carrera solista. Uno de los tantos que tocaría en la noche. Y qué temita. Las primeras notas de "
Panic" de
The Smiths se escucharon por los parlantes, la emoción fue total y todos cantamos a los cuatro vientos que
"quememos la disco" y que
"colguemos al DJ". Acto seguido,
"On The Right Thing Right",
"Easy Money" y
"New Town Velocity" marcaron el regreso del repertorio solista del guitarrista y (desde hace unos años) cantante hasta el siguiente tema de la legendaria banda que fundó junto a
Morrissey. Es que, si bien todas las canciones fueron muy bien recibidas (algunas más que otras), era obvio que la gran mayoría quería escuchar los clásicos "smithsonianos". Y se notó, y cómo, con la llegada de
"The Headmaster Ritual". Temazo y muy bien cantado por Johnny, que demostró que no sólo es un más que correcto vocalista sino que se banca muy bien entonar las melodías entonadas originalmente por la que es sin duda una de las mejores voces de la historia del
Pop.
El show continuó, sonaron
"The Messenger" y
"Generate! Generate!", y, otra vez, el estallido de las almas. Johnny rasgueó su inseparable
Fender Jaguar de manera enérgica y se despachó con una excelente versión del clasicazo
"Bigmouth Strikes Again", evidenciando porqué dijo que es su tema Smith favorito. Aplaudimos, gritamos
"Johnnyyyyy, Johnnyyyy" y deseamos, sin decirlo, que alguna vez haga las paces con el hombre al que le canta
Leo García en su primer hit.
Promediando la hora de recital, el primer final llegó, de la mano de otros dos temazos. El primero de ellos fue el gran
"Getting Away With It" de
Electronic, el supergrupo que Marr formó con
Bernard Summer. Si bien se extrañó la voz del líder de
New Order y los coros de
Neil Tenannt de
Pet Shop Boys, el bueno de Johnny y su banda la descosieron con su versión. Y el segundo, el más esperado por todos. El clásico de clásicos. El más importante de los Smiths. ¿El mejor? Probablemente.
"There Is A Light That Never Goes Out" explotó y las gargantas y los corazones de todos se desgarraron otra vez. Si muriéramos escuchando ese tema, qué manera celestial de morir, ¿no?
Pero por algo dijimos "primer final". Como todos (o casi todos), Johnny y sus músicos repitieron ese tonto ritual del rock y tantos otros géneros musicales y se fueron para después volver, ahora sí, para los temas finales. Y si bien ninguna canción podía (ni pudo) superar el último mencionado, los temas elegidos estuvieron muy pero muy bien. El fuego lo abrió otro clásico de The Smiths (si hacemos cuentas, muy pocos temas de la banda no lo son):
"Stop Me If You Think You've Heard This One Before". Luego
"Back In The Box" (uno de los mejores de su segundo álbum solista) y su buena versión de
"I Feel You" de
Depeche Mode. Y, finalmente, otro infaltable de su banda madre:
"How Soon Is Now?".
Eran las 22:30 en punto y Johnny Marr le decía adiós a Niceto y a la Argentina. Hasta el año que viene, como prometió minutos antes. Y de la hora y media exactas de show nos llevamos varias cosas. Buenos momentos. Una excelente demostración de los talentos, habilidades y pericias "guitarrísticas". La evidencia de que le alcanza y le sobra para ser solista. Y muchas grandes canciones. Sobre todo las de los Smiths. Soñemos con volver a escuchar la magia de las seis cuerdas de Marr (nunca ningún otro violero podrá tocar esos temas mejor que él) junto al hechizo de las cuerdas vocales de "
Moz". "Sólo te pido que se vuelvan a juntar", dice un canto popular. En fin, soñar no cuesta nada.
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