"Qué país generoso que tenemos con este personaje tragicómico", gritó de entrada Tinelli anticipando el que caso de José López, el que enterró una fortuna en un convento, sería uno de sus temas del día. Pero lo que siguió fue muy divertido, especialmente cuando ingresó Cristina a la casa de Gran Cuñado.
Imitando la coreografía de Esperanza Mía con las monjas como coristas y encarnando a José López, Sebastián Almada brilló ayer en un musical que hizo mofa sobre el tema del día: la detención del hombre que enterró dinero en un convento fruto de la corrupción. Portando un bolso con "dinero" tras el show dijo "López": "Estoy totalmente arrepentido de lo que hice pero... tanto quilombo porque la quise enterrar en un convento? ¡Mariano Martínez la enterró todo el año y nadie le dijo nada!. Hablé con Sor-Etel y le dije que iba, pero ella no me abrió. Justo me engancharon tirando la plata los vecinos, Jesús y María, los únicos dos honestos del país".
El rating, que había caído con la performance de julio Iglesias Jr al abrir la pista de baile, empezó a dispararse a las nubes. Finalmente entró a la casa "Cristina" precedida por el anuncio de "una cadena nacional kirchnerista" en la voz de una locutora y al final Fátima Flórez hizo entrar a su criatura: una Cristina perfectamente imitada que hablaba desde el balcón de su casa de Recoleta. Definió a Mauricio como "un Uber de los presidentes, no tiene permiso de conducir".
"Yo lo que ví ayer son gente haciendo donaciones a las pobres monjitas del convento. Mis funcionarios le deben a cada santo una vela y ellos fueron a pagar. En cambio a ellos le dicen 'banana', porque no hay uno solo derecho. Hay que escribir un libro, tener un hijo ... ¡Y plantar dólares!". Y agregó "ellos la tienen en Suiza, la tienen en Bahamas, nosotros la tenemos en nuestro suelo y en nuestro subsuelo". Las interacciones con su "hijo" Máximo interpretado por Cristian Alonso fueron geniales.
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