Enrolado en una amplia variedad de proyectos, Diego Ramos parece abarcarlo todo. Sin embargo, como repite varias veces, sin renegar de nada de lo que ha recorrido en su nutrida carrera, tiene ganas de colar la cosecha y perfilarse en un tenor de menor exposición.
El conductor de Está Cantado, junto a Edith Hermida, todos los domingos a las 22 por Canal 9 y el actual protagonista al lado de Laura Oliva, Fabián Gianola y Nicolás Scarpino de la exitosa pieza Los 39 Escalones, pretende sostenerse con firmeza en la conducción televisiva y sueña y se prepara para dirigir teatro.
Mientras tanto, se involucra en propuestas como la de la próxima comedia de Telefé, Educando a Nina, con Griselda Siciliani y Esteban Lamothe, en la película de Martina Stoessel, Violetta, basada en la serie de Disney Channel en la que participó y en la teatral Casa Valentina que dirigirá José María Muscari. "¡¡¡De todo!!! No sé cómo voy a hacer con tantas cosas", se pregunta Diego mientras sonríe.
"Me gustaría hacer una carrera como conductor", señala luego al ser consultado entre tanta tarea. "Ya hace rato que digo voy a estar más en la tele para conducir y en el teatro me estoy perfilando y preparando para dirigir más que para actuar", confiesa Ramos, relajado, tras el estreno teatral en capital de la obra Casi Diva.
"Me encanta actuar y estar en el escenario y me encanta que me digan que les gustó lo que hice. Pero cada vez prefiero no estar tan expuesto, ni en el escenario. No necesito el aplauso ni necesito que me digan qué maravilloso que soy, qué lindo que soy. Me encanta, no es que reniego de eso. Estaría mintiendo. A cualquiera le gusta que le digan cosas lindas, pero no lo necesito mucho. Y me gustaría vivir todo el hecho artístico y teatral desde otro lugar, desde atrás", dice convencido.
Afianzado como desea en la conducción televisiva, cada domingo, se destaca en Está Cantado, el programa musical de juegos en el que pese a que los participantes cantan, lo importante no es la voz sino jugar y ganar. "Ahí no importa si el que va canta o no canta. Viene mucha gente que canta muy bien, pero es para pasar un buen momento y nada más. Vamos a empezar a hacerlo con famosos y con temáticas, y ahí sí es más complicado porque el famoso quiere cantar bien y que todo salga de buena manera porque no quiere hacer papelones y qué sé yo. Pero la gente del público es más genuina", considera el muchacho que brilló en los musicales Sweet Charity y Priscilla, Reina del Desierto.
"El año pasado conduje por CN23 un programa que se llamaba Lengua Viva, pero era más una charla con un sillón. Era más una entrevista", afirma el hombre de sonrisa ancha. "Había hecho alguna que otra cosa, pero no a nivel programa de entretenimientos. Me encanta conducir", vuelve a recordar.
"Por eso estoy muy feliz de hacer este programa con Edith (Hermida), que es divina y lo hace muy bien, y en un canal como el 9 que tiene todo por hacer y lo hace. Es un canal más tranquilo en el que además te dejan hacer y confían en el proyecto. Y cada vez va sumando, va sumando y va avanzando mucho más. Estamos muy contentos", resume. "Hablás de las ganas de consolidarte en la conducción televisiva así como en la dirección teatral, ¿es inevitable pensar en que el galán de telenovelas ya pasó a mejor vida?". "Hace rato dejé el galán de telenovela. No tengo problemas. No reniego de eso obviamente, pero gracias a Dios cada vez más me ven como comediante, como otro tipo de actor. Es lo que voy a hacer desde mitad de enero para Underground en Educando a Nina y cuando el 21 de noviembre termine Los 39 Escalones y empiece a ensayar Casa Valentina con Muscari y siete actores maravillosos. El galán dejó lugar al comediante, me parece.