A cuatro días del final de la tira Amar Después de Amar (Telefe), la pregunta del millón es quién mató a Carolina Fazio, el personaje que interpreta Eleonora Wexler y que atrapó a sus fieles seguidores por sus escenas muy osadas de sexo en un thriller cautivante.
Una mujer con un pasado oscuro en su vida en el campo, pudo salir adelante, armó una familia feliz y, sin embargo, el amor se volvió a cruzar. Pero terminó en un crimen que esconde muchas mentiras y una sola verdad que a cuenta gotas se ve revelando en cada capítulo.
Las instancias finales de ADDA, un culebrón de 70 capítulos, genera una gran expectativa en la audiencia por conocer los secretos de una mujer que quedó atrapada en su propia historia de vida. Una ficción que logra una combinación exacta entre el suspenso, el policial y drama pasional. “Ahora yo estoy terminando de grabar la miniserie Un Gallo Para Esculapio (primero para la pantalla de cable TNT y luego emitirá Telefe) en los monoblocks de Avellaneda y las mujeres que se acercan a las grabaciones no paran de preguntarme: ‘Quién te mató a vos’ y al principio el comentario era otro. Muchas mujeres se sentían identificadas con lo que le pasaba a Carolina Fazio que se enamoró de otro hombre incluso teniendo una familia feliz”.
Eleonora Wexler nunca había experimentado en su extensa carrera actoral en la pantalla chica tanta expectativa con un personaje. Había hecho la malvada en Valientes (El Trece, 2009) y logró con su cometido, que la odiaran a más no poder. Ahora en un protagónico, aunque no compone la pareja de la heroína de la tira, que está en manos de Isabel Macedo en la piel de Raquel Kaplan, logró que el foco de la historia se pusiera sobre el destino de su personaje que desde la primera semana del estreno muere.
Por estos días cuando Wexler sale a la calle, la abordan con la pregunta ¿quién te mató?: “Insisto que pocas veces me pasó una cosa así”. Pero también la actriz está en boca de todos por las escenas bien calientes tanto con su marido en la ficción Santiago Alvarado (Mariano Martínez) y su amante Damián Kaplan (Federico Amador).
El mote de actriz sexy, fatal y sumamente querida se lo tiene ganado en esta historia de amor: “Para mí ser la sexy es parte de... Yo pensé que iba a hacer el papel de Isabel Macedo en un principio. Yo me imaginaba mi personaje dentro de las características de Raquel Kaplan, pero después derivó en Carolina Fazio. En una mujer muy sexy, ella representa lo prohibido, la pasión. Con Damián Kaplan mi personaje siente amor, más allá de la pasión química. Hacia el final de la tira se la ve cansada, agotada y con todas las intenciones de blanquear, aunque Damián le pide paciencia”.
Eleonora Wexler cuenta cómo se graban las escenas más sensuales y eróticas de la tira y que en ellas la producción tiene un especial cuidado: “Con Federico Amador (con quien tiene la mayoría de las escenas de sexo) encontré un gran compañero. Esas escenas antes de llevarlas a cabo la hablamos mucho con los dos directores (Pablo Vázquez y Miguel Colom). Se consensúa todo, la decoración, la posturas y su estética y que fuera linda de verlas para todos. A la hora de grabar estábamos siempre solos en la escena o con Federico Amador o Mariano Martínez y sólo el director”.
Las actriz al respecto insiste que había un pacto implícito en la producción para que “esas escenas eróticas no generen algo ordinario. Todo lo que vi de esas escenas eróticas son insinuadas, las siluetas desnudas son muy jugadas. El culebrón desde el inicio se plantó como un policial erótico”.
Desde hacía tiempo que una producción nacional no generaba tanta expectativa con un rating promedio d e 13 puntos ahora en la franja de las 23 horas. Antes lo había hecho Graduados en 2012 (con Nancy Dupláá, Daniel Hendler, Isabel Macedo y Luciano Cáceres) también en Telefé con 25 puntos pero desde el género de la comedia romántica con una fuerte impronta nostálgica.
“Yo creo que éxito pasa siempre por una historia bien contada, contundente. En el caso de ADDA las textura de las imágenes fue la novedad y se sorteó un paso difícil que es que en un mismo capítulo dos o tres veces se retroceda tres años atrás y se vuelva al presente. Es más se estableció un código implícito y estético. Cuando la historia se cuenta en presente (el crimen) la imagen parece más fría y cuando se vuelve al pasado (es decir a la pasión entre Carolina Fazio y Damián Kaplan) la imagen es más cálida”.
En el plano de la historia misma para Wexler ADDA “algo pegó y yo insisto que tiene que ver de cómo el policial erótico se insertó en la historia. No digo que nunca se hizo una ficción policial en formato de culebrón. No lo quiero exagerar, pero para mí ADDA fue un acierto en el modo de contar porque sino todas las ficciones serían un éxito”.
Wexler afirma que en las notas que brindó antes del estreno de ADDA en enero pasado iba a generar polémica: “La historia de amor cruzada está muy vigente (que parejas amigas crucen la línea del prohibido, que la mujer de un amigo, por ejemplo, no se toca). En ADDA no se juzga a los personajes, les pasa lo que les pasa como en la vida misma. Nadie tiene comprada la vida. La vida misma es una sorpresa. El personaje de isabel (Raquel) que no vió o que no pudo ver la infidelidad de su marido. Es cierto que Carolina fue bastante directa con Raquel, hubo muchos mensajes y ahora en las instancias finales, es decir, antes el crimen, la que quiere separarse del marido es mi personaje y no Raquel”.
Ni siquiera el cambio de franja de horaria del último mes, ADDA iba a las 22 horas y con el estreno de El Sultán pasó a las 23 y así y todo la expectativa sigue siendo la misma: “La verdad que tenemos un público fiel y eso hay que agradecer. La verdad que es un garrón. Sabemos cómo son las cosas en la televisión abierta. Uno quiere que se respete al público. Pero ahí está en cada uno”.
comentar