De aquel primer Mundial que cubrió, Suecia '58, hasta la actualidad, permanece su profesionalismo. El entusiasmo de aquellos primeros años se transformó en experiencia y mesura. Y, pese a ser un emblema del periodismo deportivo en nuestro país, reconocido internacionalmente, asegura con la modestia de los grandes: "Me doy cuenta que hay mucho de accidental en todo esto por haber estado presente justo en ese momento cuando se jugaban los mundiales, por haber encontrado trabajo para hacer. Se dieron muchas circunstancias a favor", dice Enrique Macaya Márquez en una entrevista exclusiva con Diario Popular.
¿Cuáles cree que van a ser las características de este Mundial?-No creo que sea superior en lo que hace a tecnología que mundiales anteriores, salvo la modificación que se hace para saber si la pelota entró o no entró en alguna jugada, eso con referencia al juego. Pero con referencia al trabajo de la prensa, no lo veo a Brasil mucho más adelantado que los últimos mundiales que vivimos en Europa. Más allá de los adelantos naturales que tuvo la tecnología con los teléfonos, con los iPads, con toda esta historia.
¿Cómo ve el clima social?-Va a ser complicado el clima social, eso está claro, porque ya lo viví en la Copa de las Confederaciones el año pasado. Y ahora se va a agudizar.
¿Qué expectativas tiene con respecto a la Selección Nacional? ¿Cómo ve al equipo?-Lo veo todavía un poquito descompensado, vamos a ver si ahora mejora, pero en última instancia son decisiones que toma el técnico que prefiere tener un equipo desequilibrado hacia adelante, con más poder ofensivo, y eso por ahí le hace resignar alguna seguridad defensiva. Eso creo que en un campeonato del mundo preocupa porque en la segunda parte no te admiten errores.
¿Argentina conservó un estilo a lo largo del tiempo?-No, es que no se sabe, nunca se supo bien cuál era el estilo argentino. Hablan de la identidad y vos no sabés si la identidad es Gardel o es un rockero con rulos.
¿No es más de ir al ataque y de jugarse a los pases cortos a diferencia del fútbol europeo, donde hay más precisión de pases largos, por ejemplo?-Está bien, acá hay otros recursos técnicos, pero de todas maneras, el jugador argentino se asimila a todo lo que hace en Europa, a los distintos estilos europeos. Pueden jugar en Inglaterra, en España o Alemania y son todos estilos diferentes. Hablando de Alemania, creo que va a ser uno de los favoritos, más allá de que algunos jugadores no estén actuando muy bien últimamente pero es un equipo muy duro. También el local Brasil, el campeón España, y después viene un lote grande ahí con pretensiones. Con Argentina vienen unos cuantos. América Latina puede llegar a dar una sorpresa. Porque están Chile, Ecuador, Colombia, Uruguay, hay buenos equipos. Y por otra parte, no se puede ignorar a Holanda ni a Bélgica, hay que tener cuidado. Una vez que se acomoda la etapa preliminar, después ya son resultados.
¿Cuál fue el Mundial más emotivo que le tocó cubrir?-Los dos en que Argentina salió campeón: el '86 y el '78. Pero futbolísticamente también el '74, con la final entre Alemania y Holanda. Fue muy bueno, más allá de que a Argentina le haya ido mal. Y Brasil siempre. Lo de Brasil en México '70 fue muy bueno.
¿Tiene alguna anécdota cubriendo un Mundial, de ésas que se le cuentan a los nietos?-He tenido de todo, desde el primero hasta el último, hemos tenido fracasos, el equipo ha tenido fracasos y ha tenido éxitos, y nosotros vamos un poco emparentados con eso por nuestra nacionalidad. Como recuerdos imborrables: la primera vez que he viajado a Europa con el primer Mundial que cubrí, hasta terminar en Sudáfrica, adonde yo había ido con una Selección de Passarella pero adonde no pensaba volver, y resulta que después tuvimos un campeonato del mundo ahí trabajando con 9 grados bajo cero en las transmisiones para Fox Sports, un frío tremendo. Pero en general los mundiales en Europa son incomparables. Otra anécdota, los seis goles que nos hizo Checoslovaquia en el '58, eso fue brutal, ante nuestra ingenuidad, digo nuestra o de todos, nadie tenía idea de lo que pasaba.
¿Cómo hace para tener la energía que se necesita para seguir cubriendo mundiales?-Jajaja, no sé, espero que me dure. Este va a ser muy riguroso, tenemos como 40 días de pleno trabajo pero bueno, es placentero poder ir al estadio, ver a Argentina, más allá del resultado. Profesionalmente, es importante.