Liz Taylor no sólo se
destacó por sus films, que la convirtieron en estrella de Hollywood, sino que también por las revistas del corazón debido a sus tórridas
relaciones: “Cada vez que me
enamoré, me casé”.
LOS ANGELES (AFP).- “Cada vez que me enamoré, me casé. Mis principios me prohíben tener simplemente aventuras”: así pensaba Elizabeth Taylor, la leyenda de Hollywood que tuvo siete maridos diferentes y que se casó ocho veces.
La estrella estadounidense que prometió amor eterno ocho veces -uno de sus maridos fue Richard Burton, con quien se casó en dos ocasiones- y que murió ayer a los 79 años, dio mucho material a la crónica del espectáculo, ávida de escándalos, con su agitada vida sentimental. Taylor tenía 18 años cuando se casó, el 16 de mayo de 1950, con Nicholas Hilton Jr., heredero del imperio hotelero. Unos meses después se divorció para casarse, el 21 de febrero de 1952, con el actor inglés Michael Wilding, 19 años mayor que ella. Tuvieron dos hijos: Michael Jr. y Christopher. Se divorciaron en 1956. De nuevo libre, se casó con el rico productor Michael Todd. Tuvieron una hija, Elizabeth Frances, en agosto de 1957, pero siete meses después un trágico accidente aéreo mató a Todd en Nuevo México.
En 1959 Liz se convirtió al judaísmo para casarse con su cuarto marido, el cantante Eddie Fisher. Pero el divorcio se produjo cinco años más tarde, el 5 de marzo de 1964.
Diez días después se casó con Richard Burton. Después de rupturas tempestuosas y espectaculares reconciliaciones (se divorciaron en 1974, se volvieron a casar en octubre de 1975 y se volvieron a divorciar en julio de 1976).
El 4 de diciembre de 1976 la diva del cine se casó por séptima vez, con el senador republicano de Virginia John Warner, de quien se divorció en diciembre de 1982.
Y en 1991 sorprendió al mundo cuando se casó por octava vez: ahora su marido era Larry Fortensky, un trabajador de la construcción 40 años menor que ella, a quien había conocido en la rehabilitación.