La mirada del actor Andrés Parra sobre Pablo Escobar

• "Nunca me entrevisté con nadie de su familia, ni tampoco con víctimas directas de Pablo Escobar, porque podía desdibujar la esencia de este personaje. Tampoco hubo camino para la imaginación porque hay mucho material sobre él. Fue como si yo fuera un documentalista tratando de hacerme especialista en el tema".

• "En un momento mi lógica iba contra la lógica del personaje y no encontraba la manera, la solución... tengo un amigo muy especial que es psicólogo, que a su vez tiene su maestro de toda la vida, y con la información que yo tenía, me sentaron en el diván para sacarle el perfil psicológico, aprovechando que Escobar se ha convertido en uno de los personajes mundialmente estudiados por la psicología. Ahí se me aclaró el panorama".

• "Escobar sigue siendo un tema muy delicado aquí (en Colombia), del que se habla poco y hay una generación completamente ingenua sobre el personaje, que sabe poco porque no vivieron la época y no fueron testigos de lo que pasó. Se quedaron con lo de narcotraficante y no pasaron de ahí. Se quedaron con que hizo estadios, se enfrentó a los Estados Unidos, pero no de la forma en que corrompió a la sociedad".

• "El invento de Pablo Escobar fue que Colombia dejara de ser el país más famoso del mundo por el café que produce para convertirse en el más famoso por la cocaína que produce. Escobar utilizó la muerte como un instrumento de poder para hacer negocios, financió parte de la toma del palacio de Justicia, mató a un ministro de justicia y a un candidato presidencial; la monstruosidad es terrible".

• "Cuando usted es una persona que va a hacer mucho daño a un país, si usted al mismo tiempo se pone a proteger a los más débiles el problema moral se vuelve más complejo, porque ya no se sabe cómo juzgarlo. Esa fue de las cosas más hábiles que hizo; no desde la bondad o la generosidad, sino desde la estrategia. La manera más fácil y efectiva de hacer política es el populismo".

• "Hay que aceptar que por alguna razón los personajes malvados nos atrapan. Es lo que pasó con Breaking Bad, donde todo el mundo estaba del lado de Heisenberg (el apodo del químico Walter White). A la mayoría de la gente no lo motiva el tema del cáncer, sino la ilegalidad, el romper reglas, el no ser cobarde".