El primer actor Luis Ziembrowski en esta oportunidad habló, entre otras cuestiones, sobre la situación actual de los actores, sobre su rol profesional y sobre el manejo de la política que se exhibe en televisión que, a su juicio, toma la forma de la actuación de una manera casi al borde de la debilidad mental.
-En lo profesional, a veces, la situación está mejor y, en ocasiones, peor. En este momento, el sistema de trabajo articulado alrededor de la profesión está sufriendo por todos lados.
l ¿A qué se refiere?-La programación del Teatro Municipal de la Ciudad de Buenos Aires está acotada porque los teatros están cerrados. En la tele, están comprando latas. No invierten. El único teatro que está funcionando dignamente es el Teatro Nacional Cervantes. El cine está parado y no sabemos cuándo se va a reactivar. Ni siquiera hay un plan de fomento para producciones. El Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires aprovecha la volada para decir que los actores somos unos fanáticos que colaboramos con la corporación corrupta kirchnerista en todo lo que fue la política audiovisual, lo cual es indignante. Lastima que a los actores se nos acuse de eso, más allá que puedan o no haber situaciones oscuras y manejos espurios. Esas son cuestiones particulares.
l ¿Usted dice que no se puede englobar a todo el mundo?-Y menos a los actores, que sólo cobraron un sueldo y que, en general, percibíamos mucha menos guita porque los proyectos nos interesaban o porque para algunos era super necesario ya que no tenían otro trabajo.
l ¿Cómo calificaría la política audiovisual del gobierno anterior?-Fue muy alentadora, estimulante y contaba con el apoyo de los técnicos y de los directores de fotografía que pudieron volcar su trabajo en las miniseries porque, por ahí, no lo tenían en cine. Por todo lo que está pasando ahora, digo que ser actor en la Argentina no es sencillo.
l ¿Qué condiciones se deben tener para estar sobre un escenario o frente a una cámara de tele o de cine?-Actuar es arriesgarse, es poner el cuerpo y poner en juego los estados y las emociones para contar un relato y saber narrar en un determinado ámbito. El espacio teatral es muy diferente, porque uno arma la tridimensión. En cambio, en los métodos audiovisuales, el actor forma parte del engranaje que construye la imagen. Por ende, los trabajos requieren de distintas comprensiones en lugar o en el otro.
l ¿Trabaja por necesidad, por placer o por dinero o por las tres cosas?-Mucho, porque actuar es acompañar el estado biológico del hombre y, a lo largo del tiempo, uno va recogiendo cosas, va viviendo de otra manera y se va comprendiendo mejor. El actor ayuda a mejorar la vida del hombre y su vida personal ayuda a mejorar la actuación. El juego es recíproco.
l Actualmente, ¿su búsqueda estética por dónde pasa?-"Los Corderos" es una obra que me representa. A mí me interesa ser autor de algo. Me inquieta tener la posibilidad de concretar un relato o una narración en algún lado.
l ¿Qué le sorprende ver por TV?
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