Si Sabrina Ravelli necesitaba algunas pruebas de amor por parte de Matías Alé para avanzar en la relación sentimental, el donjuán de la farándula se las acaba de dar con creces. Porque fue protagonista de un hecho que podría tomarse como un ataque de celos o bien como un acto de amor hacia su mujer. De cualquier manera, Alé le demostró a la modelo que es capaz de jugarse por ella.
En medio de rumores de que Ravelli y Cristian Castro (que la invitó a rodar un video) tuvieron algo, Matías Alé se encargó de que el cantante pidiera disculpas a su pareja por desafortunadas declaraciones del hijo de Verónica. Lo hizo en un encuentro casual en Mar del Plata, donde el notero de Desayuno Americano vio al cantante, lo tomó del cuello y le exigió que le pidiera disculpas a Ravelli por tratarla de chica ligera. "Lo arreglamos adentro o comé tranquilo, te espero y lo arreglamos afuera del restaurante", le dijo un furioso Alé al mexicano. La intención de Matías era que Cristian llamara a Sabrina desde el propio teléfono de Alé para pedir esas disculpas.
Entre Ravelli y Castro hubo cierto chichoneo tiempo atrás, cuando en un recital en Buenos Aires, Castro la invitó a subir al escenario y le cantó un tema romántico. Tan flechado quedó el artista que la producción de la discográfica la invitó luego, con el beneplácito de Cristian, a protagonizar un videoclip. Todo parecía encaminarse, pero Ravelli quedó flechada por Alé y desistió de su participación en el video en cuestión, donde tenía que rodar con Castro escenas de alto voltaje erótico.
Ravelli prefirió cuidar su amor por Alé y fue ella misma que le contó de la invitación al videoclip. Pero como se negó, Ravelli le habría dado a entender a Alé que el cantante la trató de "p...". Ahí quedó la cosa hasta que en la plácida noche de Mar del Plata donde Alé triunfa en la obra de teatro Se Infiel y No Mirés con Quién, éste se encontró en un restaurante con el hijo de Verónica Castro. Y lo encaró, contó Jorge Rial en el programa de radio Ciudad Goti-k. Castro, con toda la intención de apaciguar las aguas, tomó el celular de Alé y llamó a Ravelli para disculparse por el exabrupto. Después del momento tenso hizo una declaración que igualmente no le cayó nada bien al donjuán de la farándula vernácula: "No quiero causar mala onda con Mati. No quiero causar ningún daño a esa relación. No me gusta estar compartiendo, quiero que sea mía".