Mamá de tres hijos -Morena, Julián y Luca-, la actriz palpita el regreso a la pantalla chica que comenzará a concretar junto a su marido el próximo año. Mientras tanto, ayuda en la producción del proyecto, se dedica a la vida hogareña y disfruta, según propias definiciones, de lo que más le gusta: el amor de la familia que supo construir.
"Con la productora El Arbol, Pablo y yo tenemos una novela, la historia, la autora, un equipo de gente atrás y los protagonistas, que no es poco. En determinado momento no es poco importante quién la cuente. No por los nombres en sí, si no por lo que uno sabe que les puede dar a esos personajes. Son personajes muy intensos, por eso creo que Pablo y yo podríamos andar muy bien. Telefé quiere el producto pero lo que pasa es que tiene muchos compromisos con Quique Estevanez. Va a salir Papis, una serie de ficciones muy buenas y tendremos que ir a la cola. Todo forma parte de la experiencia, de ir aprendiendo y bancársela. Creo que vamos a arrancar a trabajar a mediados o fines de 2014. Y si Dios quiere saldría al aire a partir de 2015. Ya está pensando casi todo el resto del elenco pero no lo voy a decir, toda buena gente para laburar en paz", adelantó la morocha, en el brindis anual de Sagai.
Hace poco estalló la polémica sobre la discriminación en base a lo sucedido con Florencia de la V. ¿Qué opinión ofrecés al respecto?
-¡La re contra banco a Florencia! Se tuvo que bancar muchas cosas para llegar a ser quien es. Logró un montón de cosas que, quizá, gente viniendo de otro lugar no lo lograba. Todo en base a esfuerzo, creérsela e ir para adelante. Pensá que vino de una provincia, con una mano atrás y la otra adelante, tratando de imponerse por, sobre todo lo más difícil, su condición. Su condición, que quince años atrás no tenía ningún tipo de derecho. Estaban totalmente fuera de sistema, maltratadas, sin posibilidades de trabajo y de un montón de cosas.
Una situación muy diferente...-Que la Argentina haya empezado a tener lugar para ellas, como para un montón de excluidos, es una gran noticia. Y que se vapulee por una cuestión de maldad, por sólo decir algo, por vender un libro... No voy a cuestionar a quien lo dijo porque también merece mi respeto, es un periodista y hace notas muy buenas, es un gran entrevistador. Pero irle al corazón de una persona solamente para lastimarla porque en algún momento se la creyó, me parece poco. Todos nos podemos transformar.
Sí, claro que sí pero...-Quizá, en algún momento Florencia se la creyó pero la ayudó a conquistar lo que conquistó. Hay un montón de gente que dice que se banca que ella haya llegado a determinados lugares, en el fondo no se lo bancan. No le gusta que gente que venga de provincias haya logrado lo que logró siendo quien es, a tener un hombre que la ama, que es un profesional, que estudió, tener sus hijitos, casa, dinero, posibilidad de comprarse vestidos, zapatos, no le veo nada de malo. Hay un lugar donde no perdió su esencia porque la gente popular la ama, eso es hermoso. Personalmente, es encantadora. Es una persona con la que siempre me encuentro y es encantadora.
¿Te gustaría incorporar a Flor en la ficción que están preparando?-Sí, claro. Si está el personaje, sería totalmente enriquecedor para la historia. En mi novela me gustaría tener a un montón de amigos pero, a veces, no hay personajes que cuadren. En ese aspecto, hay que ser objetivo y frío. No estoy ansiosa con el proyecto, por suerte. Si sé que es una meta por delante. Si te ponés ansioso, te angustiás. Y yo disfruto mucho de mi día a día, no me permito un solo estrés de ese aspecto.
"Pablo es de otro planeta y eso me ayuda a estar a la altura""Hay un montón de separaciones de amigos y de amigas que no lo podés creer. Nosotros con Pablo por un lado tenemos la suerte de encontrar justo la persona que calce con vos. Y después es laburo. Y como lo que más quiero en la vida es que mi familia sea plena, voy a trabajar para estar a la altura", dice Nancy Dupláa.
Pero hay que trabajar todos los días.-Pero también tenés que tener la suerte, insisto, de tener un tipo como Pablo. Tiene convicciones muy férreas, es medio como de otra época. Es un tipo que piensa mucho en la familia, que está arraigado a la tierra, es pragmático, leal y está su elección por sobre todas las cosas. Es de otro planeta, te lo juro. De otra era, como un señor viejo. Y eso a mí me ayuda a estar a la altura de las circunstancias.
"No me molestaría hacerme alguna cirugía, pero estoy bien por dentro" Estás hermosa y mucho más pechugona. ¿Hubo algún paso por el quirófano?-Tengo las tetas de siempre. Por ahí, estoy un poco más gorda. Cuando me crecen las tetas es porque engordé.
¿No será que estarás embarazada?-No, ya está. Voy a cumplir cuarenta y cuatro, tengo tres hijos, estoy llenísima. Igual, en lo de la doctora Diana Chugri donde me hago de todo me tendría que hacer alguna cirugía, no me molestaría. Pero en este caso no. Como estoy hoy tiene que ver con la buena alimentación, con hacer ejercicios, con ir a lo de Chugri y estar bien por dentro, autoaceptarse con lo que hay.
Entonces, es difícil verte en algunos años como Victoria Xipolitakis...-¡Ay... me encantaría! Con ese cuerpo yo a los cincuenta años, obvio.
¿No es mucho todo lo que se hace Vicky en su estética?-Tiene esa necesidad. La vi personalmente y está bárbara, no puede más, no sé qué más quiere. Tiene un objetivo claro y hace todo para conquistarlo. Es una guerrera, me encanta. Es importante estar bien por dentro y autoaceptarse, hay gente que le cuesta eso. Lo raro es que con veintipico de años te cueste. Tenés todo para disfrutar lo de afuera. Después, eso se empieza a caer, por eso hay que tratar de estar encendida por dentro. Y como soy una mujer plena, que conquistó todo lo que quiso en la vida, todo lo que soñé lo tengo, estoy bien por dentro, no necesito otra cosa. i
"Soy muy casera y disfruto de estar con mi marido"
¿Qué hacés cuando estás alejada de la tele?-¡Soy casera! Siempre, entre una opción y quedarme en casa, elijo quedarme en casa. Disfruto de mi casa, de estar con mi marido. Somos una dupla que siempre nos encanta compartir los pequeños momentos. Siempre elegimos eso antes que otra cosa. i