Es posible que una persona recuerde haber fumado durante varios meses cuando nunca lo hizo. Puede que recuerden tener un vehículo que nadie más en la familia recuerda que hayan tenido. O incluso pueden llegar a recordar una operación quirúrgica cuando eran pequeños que nunca sucedió.
El Efecto Mandela, un término acuñado por la bloguera Fiona Broome, en el cual los falsos recuerdos son compartidos por varias personas. Y no solo unas pocas, sino miles de personas, las cuales no están relacionadas entre sí. El ejemplo más famoso de esta experiencia inexplicable es el del “hombre del tanque” de la plaza de Tiananmén?, en Pekín, China. Este hombre anónimo bloqueó el paso de varios tanques que se aproximaban hacia una manifestación pacífica. Muchas personas aseguran recordar que ese hombre fue atropellado y asesinado por los tanques. Pero el vídeo muestra que varias personas lo sacaron de la calle después del encuentro con uno de los conductores del tanque.
Sin embargo, el Efecto Mandela no les sirve como explicación a todos aquellos que han tenido experiencias muy personales sobre falsos recuerdos. Y aunque parezca increíble, probablemente sea una experiencia mucho más común de lo que imaginamos.
Uno de los casos más conocidos sobre la falsa memoria es sin duda el de una mujer llamada Lerina García, que en 2008 tuvo una experiencia sobrecogedora, despertó en un mundo completamente extraño, o eso es lo que ella creía. No era capaz de reconocer nada. Su coche no era el mismo, y aunque continuaba trabajando en la misma empresa desde hacía 20 años, pero no en el mismo departamento.
Según la propia Lerina, la diferencia en lo que ella recordaba se encontraba en pequeños detalles, pero lo suficientemente importantes como para saber que todo era diferente. Sin embargo, lo que mas la aterró fue el hecho de que su pareja sentimental había dejado de existir. Incluso la mujer decidió acudir a un psiquiatra, quien le dijo que eran simples alucinaciones. Lerina no tuvo mas remedio que adaptarse a su nueva vida o, mejor dicho, a su nueva realidad. Está claro que la experiencia de Lerina es un caso extremo.