Entró a la Sudamericana tras ser eliminado, en el grupo de San Lorenzo, de una Copa Libertadores en la que era uno de los candidatos. Aunque no mostró un nivel superlativo, está invicto de la mano de su oficio y una marcada eficacia.
Jugar la final frente a un equipo brasileño siempre representa un desafío de alto riesgo. Y si se trata del Flamengo, uno de los más poderosos del país, la advertencia se acrecienta, potenciada por el hecho de que el partido revancha se jugará en el mítico Maracaná.
Desde los números que arroja la estadística, Independiente tiene antecedentes favorables: fue campeón de su última Libertadores venciendo a Gremio en 1984, y once años después dio la vuelta justamente en el Maracaná, frente al Flamengo de Romario, en la final de la Supercopa de 1995.
Este Independiente que luce recuperado desde lo espiritual y con muy buenas intenciones futbolísticas, se las verá con un Flamengo que había arrancado su temporada internacional como candidato en la Copa Libertadores. Integró el Grupo 4, en el que debutó con un contundente 4 a 0 frente a San Lorenzo que pareció encaminar su clasificación. Pero después, apenas sumó otras dos victorias que, sumadas al restante trío de derrotas, lo dejaron tercero con 9 puntos (detrás de San Lorenzo y Atlético Paranaense) y eliminado de la competencia pero con credencial para meterse en la segunda fase de la Sudamericana. En este certamen jugó cuatro instancias en las que mantuvo su invicto con 6 triunfos y 2 empates, 22 goles a favor y 6 en contra. Los números del Rojo, con dos partidos más, son 7 triunfos, 1 empate y 2 derrotas, 18 goles marcados y 7 recibidos.
Su entrenador es el colombiano Reinaldo Rueda, quien dirigió a las selecciones de su país, Honduras y Ecuador, en las últimas tres Copas del Mundo. Tiene un plantel numeroso que fue rotando a lo largo de la Sudamericana. Felipe Vizeu, con 5 goles en cuatro partidos, además del artillero es su jugador más peligroso. Los otros goles se los repartieron entre 13 futbolistas. Diego juega de enganche y es el que más lúcido a la hora de explotar los espacios. Tiene dos extranjeros con experiencia entre los titulares: el defensor de la Selección de Perú Miguel Trauco (25 años) y el mediocampista colombiano Gustavo Cuéllar (25), pero sufrió dos bajas sensibles: la suspensión del delantero peruano Paolo Guerrero y, en la ida con Junior, su arquero titular Diego Alves (ex Valencia) se fracturó la clavícula). Federico Mancuello, conocido del Rojo, casi no ha jugado.
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