Las sospechas que dejó la actuación de Racing frente a Quilmes no disimula el pobre nivel del equipo durante todo el campeonato. Y esa situación le pasará factura a Luis Zubeldía, que al final de la temporada dejará su cargo
Contra
Independiente, en un partido histórico para los hinchas. Contra Arsenal,
en un duelo sin trascendencia en Sarandí. O ante Quilmes, en la fecha
pasada, cuando los hinchas de Racing reclamaban ceder los puntos, para
no jugar a favor de los intereses del Rojo, Racing siempre jugó igual:
Mal. Dejando una pálida imagen desde la actitud y exponiendo a las
críticas a su conductor, porque Luis Zubeldía no logró dar en la tecla
durante todo el semestre y ello derivará en su partida, al final de la
temporada.
El semestre anterior fue el de la esperanza. Porque
aparecieron o se consolidaron en primera las "joyas" de las inferiores,
como Ricardo Centurión, Luis Fariña, Bruno Zuculini y Luciano Vietto.
Con 33 puntos, terminó siendo la campaña más productiva de la última
década. Y eso llenó de ilusión a los hinchas, que apoyaron el trabajo de
Luis Zubeldía. Pero este torneo, fue el de la desilusión. Primero, el
DT quiso meter mano en la formación y la "pudrió", porque en el debut
volvió a poner a Sand de titular y mandó a Vietto al banco, mientras que
rompió el doble cinco que habían consolidado Bruno Zuculini y
Pelletieri pero forzar el ingreso de Mario Bolatti, el único refuerzo
del mercado de pases de verano.
La historia empezó mal este año y siguió peor. El
fracaso en el clásico, la irregularidad futbolística y las debilidades
anímicas para afrontar los partidos decisivos, lo dejaron a Racing fuera
de carrera, sin contar que fue eliminado de la Copa Argentina, a manos
de Tristán Suárez, cuando los hinchas no pedían "ir a menos" ante un
rival de la Primera B.
Entonces, lo de Quilmes fue más de lo mismo. Un
equipo apático, sin ideas, sin alma, sin reacción, y que muy pronto se
va a quedar también sin técnico. Aunque lo del fin de semana pasado fue
la excepción en algún aspecto, porque fue la primera alegría que le
pudieron dar a buena parte de la gente de Racing, sin que eso logre
cicatrizar las heridas de un semestre negro desde lo futbolístico.
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