El plantel de Boca entrenó en el Complejo Pedro Pompilio a puertas abiertas y allí se pudo observar los diferentes trabajos que preparó el cuerpo técnico que encabeza Guillermo Barros Schelotto para mejorar la puntería pensando en el encuentro del domingo ante Belgrano. En todas las tareas estuvo el colombiano Wilmar Barrios y respondió bárbaro.
Después de la operación de la fractura en el tercer metacarpiano de la mano izquierda, el colombiano Barrios trabajó por primera vez a la par de sus compañeros en el predio de Casa Amarilla con un vendaje especial en la zona de la lesión.
Todavía no está definido si Barrios podrá ser tenido en cuenta por Guillermo frente al Pirata, pero la respuesta favorable del ensayo de hoy alimenta esa posibilidad de verlo el domingo en la Bombonera.
Si en el transcurso de los siguientes entrenamientos el volante sigue sin sentir dolores, es probable que forme parte del once que plantará el Mellizo. Por eso hay que esperar que corran algunos ensayos más. En caso de que Barrios llegue con lo justo, Guille lo cuidará para que vuelva a las canchas en el Superclásico con River.
La otra novedad de la mañana en Casa Amarilla fue la presencia de Pablo Pérez, que se reintegró al plantel xeneize luego de la licencia que le otorgó el cuerpo técnico para que pueda estar junto a su padre (atraviesa un estado de salud delicado).
Darío Benedetto tiene el arco fijo. Entre ceja y ceja siempre. Le encanta posar su mirada en los tres palos. Y le gusta tanto al Pipa que esta mañana en el predio de Casa Amarilla se calzó los guantes, desplazó a Agustín Rossi del lugar y se puso a volar de palo a palo.
El primer disparo tuvo una reacción tremenda, como si fuera un verdadero arquero. Después, en los siguientes disparos, demostró que como guardameta es un buen goleador...
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