Dentro de la estructura que imagina Gallardo, piensa en jugadores creativos, de buen pie. El principal apuntado es José Sosa, un jugador de categoría europea. Actualmente está en Besiktas, donde es titular y, por eso, no quieren venderlo. Sin embargo, el exEstudiantes quiere volver al país. Esta tarde hablará con los directivos del conjunto turco para que acepten la propuesta que elevó la dirigencia millonaria, originalmente rechazada. "Nos interesa traerlo", dijo Matías Patanian, consultado por las negociaciones.
Scocco está complicado. El Muñeco quiere un 9 que dispute el puesto con Lucas Alario, quien luego de su lesión en el hombro puede tener una recaída en cualquier momento. Desde las oficinas de Núñez salió una oferta de U$S 2.400.000 por el pase. En Rosario exigieron U$S 3.600.000. River no mueve un peso la propuesta. Y los leprosos no bajan sus intenciones. Así, no habrá transferencia.
Ante esta situación, se barajan dos nuevos apellidos. Dos viejos conocidos de los mercados de pases, que suelen escucharse en Figueroa Alcorta y Udaondo: Jonathan Cristaldo y Facundo Ferreyra. El Churry está en Palmeiras, que viene de ser campeón de la Copa de Brasil. Tiene minutos, pero no es fundamental. Lo de Chucky es más complicado: a pesar de su interés de salir del Shakthar Donetsk de Ucrania, el club no tiene intenciones de venderlo. O sí, pero recuperando los U$S 9.000.000 que invirtieron en su ficha. Por las dudas, los directivos empezaron a moverse por los dos.
La zaga central también es un puesto donde Gallardo busca sumar jugadores. El bajo nivel de Eder Álvarez Balanta, más allá de que repuntó en el partido ante Barcelona, obliga a rastrear algún defensor que pueda defender al "arco más grande del mundo". Alejandro Donatti, de Rosario Central, está en carpeta. Los canallas quieren que se les pague la cláusula de rescisión: U$S 2.000.000 por el jugador de 28 años. La otra variante es Walter Kannemman, pero es simplemente uno de los tantos ofrecidos por los representantes.
Mientras tanto, en Punta del Este, Gallardo trabaja con lo que tiene. Y busca sumar lo que falta.