A River le costó hacer pie en la casa de Trujillanos, un equipo con un curriculum de Libertadores bastante corto. Mediante un pelotazo largo el atacante local James Cabezas se animó a encarar a una defensa riverplatense mal parada y, pese a la marca del defensor Jonatan Maidana, el delantero sacó un remate que paralizó los corazones del Millonario hasta que Marcelo Barovero despejó al corner.
La disputa se dio en el ombligo del campo de juego. Trujillanos infló el pecho y le hizo frente a un River que tardó en hacer pie y, cuando tuvo oportunidades, no tuvo letalidad en los botines pues sus jugadores dispararon masitas desviadas o a los guantes del arquero Leandro Díaz.
Un debilucho remate de media distancia de Tabaré Viudez. El tiro libre de Leonardo Pisculichi que, en el rebote del arquero rival, Maidana remató y rebotó en un defensor. La bocha aérea de Viudez que el atacante Iván Alonso ganó en las alturas pero su frentazo se fue desviado. Una tras otra las acciones llegaron. Pero la más clara del Millo se dio cuando el lateral izquierdo Milton Casco desbordó, tocó para Sebastián Driussi y este sacó un tiro que Díaz tapó.
El complemento tuvo a un Pisculichi imparable que con remates lejanos hizo que Leandro Díaz de rebotes. Así la historia se tiñó de rojo y blanco con un tiro libre de gol de Piscu y, más tarde, un Luis González que aprovechó los rebotes para agarrar uno e inflar la red. Pero hubo más, pues Alonso dio el presente con un doblete. Su primer grito fue gracias a un cabezazo ,su habilidad especial, y luego un disparo fuerte desde lejos que terminó sentenciando la historia.
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