Arsenal empató 2-2 con Tottenham y el galés abrió la cuenta con un golazo. Por ahora, la consecuencia fue solo deportiva: los dos quedaron lejos de la punta.
En Inglaterra, todos los fanáticos del fútbol conocen muy bien la "Maldición de Aaron Ramsey". Sobre el mediocampista pesa una curiosa racha que indica que cada vez que convierte un gol, algún protagonista del mundo de la cultura o la política pierde la vida pocas horas después.
El cantante David Bowie y el actor Alan Rickman, dos importantes personalidades que fallecieron en este 2016, reavivaron el mito del que el propio futbolista se burla. " Me han hablado sobre estas historias, pero tampoco hago tantos goles", declaró el galés alguna vez, cuando fue consultado sobre el particular listado de sus casi 20 "víctimas" que incluyen desde Osama Bin Laden hasta Robin Williams, pasando por Steve Jobs y Whitney Houston.
Este sábado, en White Hart Lane, el Tottenham y el Arsenal se enfrentaban con un objetivo claro: ganar el duelo de la ciudad para recortar la diferencia con Leicester, el sorpresivo líder de la Premier League que este sábado derrotó a Watford. Fue empate y ninguno de los dos equipos de Londres pudo acercarse a la punta, pero Ramsey volvió a encender las alarmas en el mundo de los famosos con una exquisita definición de taco sobre el final del primer tiempo.
En la segunda mitad, los dirigidos por el argentino Mauricio Pochettino lo dieron vuelta, pero no pudieron aguantarlo y Alexis Sánchez consiguió la igualdad que dejó a ambos con un sabor amargo que se acentuó después del triunfo del puntero.
El 2-2 sembró preocupación en los inmediatos perseguidores de la revelación de la liga inglesa, pero a partir del golazo de Ramsey vuelve a surgir un interrogante: ¿podrá dejar atrás la maldición o alargará la trágica lista?
comentar