El deseo de Enzo Pérez de jugar en River es anterior a su nacimiento. Lo heredó de Carlos, su papá, quien cuando su mujer estaba embarazada decidió el nombre de su hijo: lo llamó Enzo para hacerle honor a Francescoli, su ídolo. Desde entonces, la aspiración del mendocino que acordó su llegada a Núñez este miércoles era ponerse la camiseta con la banda roja.
Marcelo Gallardo sembró el anhelo de incorporar al volante surgido de Godoy Cruz a principio de año, cuando armaba el equipo para la primera mitad de la Copa Libertadores. A Pérez le gustó el interés, pero con el complejo momento futbolístico que vivía el Valencia, el club dueño de su pase, no pudo salirse. Era el capitán y referente.
Con la temporada consumada el escenario era otro. Valencia necesitaba hacer una renovación del plantel. Y Pérez tenía todos los boletos de salida: era el contrato más alto —le restaban dos años más de vínculo— y ocupaba un cupo como extracomunitario porque no tiene pasaporte europeo. Por eso, la dirigencia lo puso en el mercado de pases. Fue entonces cuando el integrante del seleccionado argentino en el Mundial de Brasil puso el grito en el cielo: "Les dejé en claro que mi prioridad era jugar en River", contó en declaraciones a ESPN.
River salió espantado en el instante que escuchó las pretensiones de sus pares españoles: querían 10 millones de euros para recuperar al menos una parte de la inversión de 25.000.000 que habían hecho dos años atrás. Pérez volvió a meter presión: River o nada, repitió. Así, motorizó un acuerdo beneficioso para el club de Figueroa Alcorta y Udaondo: acordaron la transferencia en un monto cercano a los U$S 3.000.000. Enzo arregló su contrato por tres años.
La idea de venir a River excede simplemente el alcance de un viejo anhelo. A un año del Mundial, Pérez quiere estar cerca de la órbita de Jorge Sampaoli, quien valora mucho a los futbolistas del torneo local. Además, pretende jugar las dos Copas Libertadores que el club deberá afrontar en los próximos 18 meses.
"Lo de Enzo fue bastante inesperado", dijo su tocayo, Francescoli, en diálogo con TyC Sports. Y vaya si lo fue: Gallardo consiguió la pieza más valiosa para armar el equipo que sueña.
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