L a renuncia de Diego Aguirre, tras la eliminación en cuartos de final de la Copa Libertadores, descomprimió la situación en San Lorenzo. Pero le dejó a la dirigencia un hierro caliente, ya que a esta altura de la temporada se hace muy difícil poder acordar la llegada de un director técnico de jerarquía y que esté sin trabajo.
Ante la falta de alternativas de peso, por Boedo surgió como primera opción Gabriel Heinze, quien en su breve carrera como entrenador apenas dirigió en Primera división a Godoy Cruz y en la B Nacional a Argentinos Juniors, al que hizo ascender.
Con esos breves antecedentes, el Gringo pica en punta en las preferencias de Matías Lammens y Marcelo Tinelli, que serán los encargados de manejar personalmente este delicado tema y que en las próximas horas mantendrán una reunión con el ex defensor de la selección argentina, con el fin de conocerlo personalmente.
El Ciclón viene de un fracaso futbolístico importante, en el cual Aguirre no logró sumar ningún título a las vitrinas de San Lorenzo en los cinco campeonatos que dirigió en total a su equipo, por lo que uno más podría significar otro gran dolor de cabeza para la actual dirigencia. De ahí, es que la elección del próximo director técnico deberá ser tomada con convencimiento y conocimiento.
Con altibajos en determinados momentos de cada período, los entrenadores contratados por la actual gestión antes de Diego Aguirre, siempre le rindieron frutos al CASLA. A saber, Juan Antonio Pizzi siendo campeón del torneo Inicial 2013, Edgardo Bauza con la conquista de América en 2014 y Pablo Guede ganando la Supercopa Argentina 2015.
Pero el arribo de Diego Aguirre, que nunca terminó de entrar en la consideración de los cuervos, cortó esa racha. Es más, abrió una catarata de cuestionamientos muy grande respecto a la dirigencia que lo sostuvo en el cargo. Que esta vez deberá ajustar bien la puntería para no equivocarse.