El Mellizo y el Muñeco tienen su propio Superclásico

Con una carrera como DT que es muy corta para ambos, la media docena de choques que acumulan arroja un saldo muy parejo, aunque levemente favorable al Mellizo en la competencia oficial, donde marcha invicto, con una primera experiencia en Lanús, donde igualó dos encuentros con el River de Gallardo, ambos 1 a 1, en 2014/2015.

A partir de 2016, con Barros Schelotto en Boca, dibujaron dos pobres empates 0 a 0 en el torneo corto que ganó Lanús. El primero fue en el Monumental, en el segundo partido del Mellizo como nuevo DT; y el otro en La Bombonera. En ambos cotejos prefirieron cuidar antes que proponer, alcanzando un récord que no se daba desde la Liguilla 1989, el de dos Superclásicos de un mismo torneo con el marcador en blanco.

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Para borrar todo lo malo, en la decimotercera fecha del actual torneo, armaron un partido espectacular, en Nuñez. Boca arrancó jugando muy bien y ganando con un tanto de Walter Bou; River lo dio vuelta con goles de Sebastián Driussi y Lucas Alario con la sensación de que podía golear; pero Boca, con una gran actuación de Carlos Tevez, autor de dos goles, revirtió la situación, venciendo finalmente 4 a 2 con otro tanto de Ricardo Centurión, en un triunfo muy festejado, sobre todo por Guillermo, que terminó abrazado, ”a caballito“ de Axel Werner, el juvenil arquero que hizo debutar esa misma tarde.

En el verano de este año, Gallardo tuvo su pequeña revancha, venciendo 2 a 0 en Mar del Plata, con tantos de Sebastián Driussi y Arturo Mina, pero lo cierto es que todavía no pudo doblegar al Mellizo de manera oficial.

Antes de esta etapa, hubo otra igual o más importante, como jugadores, con la curiosidad que jamás chocaron en un Gimnasia-River. Fueron 9 Superclásicos, entre oficiales y amistosos, más un choque en Major League Soccer de Estados Unidos, donde el Mellizo, con Columbus Crew se dio el gusto de vencer como visitante, 2 a 1, al DC United del Muñeco.

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Pero claro, lo mejor fueron los Boca-River, con saldo favorable para Guillermo, que ganó 5, marcando un gol (Clausura 2005) y generando un penal en su último Super para un empate agónico 1 a 1 (Clausura 2006); frente a un Gallardo que sólo pudo ganar 2, sin goles, sumando una expulsión (el ”arañazo“ a Abbondanzieri en la Libertadores 2004) y un penal que le atajó Córdoba en el primer choque entre ambos, por el Apertura 1998.

En pocas palabras, un duelo dentro de otro, con dos técnicos que se respetan pero que al mismo tiempo llevan una competencia personal por demostrar que su equipo es el mejor.