Son los dos máximos exponentes de una generación nueva de directores técnicos, situación que se potencia por el hecho de tener a su cargo nada menos que la dirección técnica de River Plate y Boca Juniors, los dos clubes más populares del fútbol argentino. Pero lo cierto es que tanto Marcelo Gallardo como Rodolfo Martín Arruabarrena han demostrado estar a la altura de las circunstancias, de responder a las expectativas de las dos hinchadas, siempre exigentes.
Claro que los contextos son diferentes.  Mientras el "Muñeco" se encamina a conducir a River hacia un nuevo  título, habiendo potenciado al plantel que Ramón Díaz llevó al título y  tiene al equipo muy cerca de ponerlo en las semifinales de la Copa  Sudamericana, el Vasco, como se lo conoce, ha empezado a reconstruir el  funcionamiento de un equipo que no vivía su mejor presente, en una  situación muy particular: el despido de Carlos Bianchi- algo que parecía  virtualmente imposible-, el entrenador que llevó a Boca por segunda vez  al plano máximo en lo internacional y el más ganador de la historia. 
Pero lejos de quedarse en el lamento Arruabarrena, tal vez el más aplicado de los "alumnos" de Bianchi y que exhibe haber sacado a Tigre de una situación complicadísima, empezó a enderezar el ánimo. Ambos tuvieron distinta suerte en Nacional de Montevideo, pero hoy transitan por senderos similares.
1) Marcelo Gallardo no se achicó al momento de ponerse frente a la dirección técnica del último equipo campeón del fútbol argentino y, pese a tener que reemplazar a Ramón Díaz, llegó con su manual y los jugadores lo comprendieron.
2) Una de sus premisas fue imprimirle un sello y un estilo a su River. Los éxitos lo vienen acompañando de manera ininterrumpida y los hinchas se jactan de que con Gallardo "River volvió a ser River".
3) Se animó a defender con dos hombres (Maidana y Funes Mori) jugando al límite. Ante la partida de Carbonero, Ledesma, Lanzini y la lesión de Cavenaghi, el Muñeco encontró rápidamente a sus reemplazantes.
4) Recuperó soldados como Carlos Sánchez y Rodrigo Mora, ambos no muy tenidos en cuenta por Ramón. Abajo sacó del equipo titular a Alvarez Balanta y le dio pista al hombre de goles importantes, Ramiro Funes Mori.
5) Con 31 puntos está a seis unidades de alcanzar la marca con la que el Pelado dio la vuelta. En 13 fechas jugadas ya anotó 28 veces y recibió 7 goles. Es el equipo más goleador y el menos goleado. El River de Ramón se consagró con 28 gritos a favor y 15 en contra.
1) Rodolfo Martín Arruabarrena asumió apenas dos días antes del partido ante Vélez, luego del impacto que representó el despido del técnico más ganador de la historia y ya en el partido ante el equipo de Liniers, el equipo ya mostró algunas particularidades.
2) Enderezó el rumbo en el torneo local, donde de nueve partidos Boca sólo perdió uno. Los ocho puntos de distancia con la cima tienen que ver más con la impactante campaña de River, que no muestra signos de declinación alguna.
3) En el plano internacional, aunque con alguna angustia en el camino, ubicó al equipo con buenas perspectivas de pasar a las semifinales de la Copa Sudamericana. Si bien, de manera sorpresiva, debió ir a los penales ante el ignoto Capiatá, también cuenta en su haber la clasificación ante Central, en donde pasó siendo ampliamente superior al conjunto rosarino y el cotejo de ida frente a Cerro Porteño, que dejó bien parado al equipo Xeneize de cara a la revancha.
4) No tuvo problemas y empacho en excluir a algún jugador para un partido determinado y volver a incluírlo si fuese necesario y potenció el nivel de los jugadores.
5) Levantó en el plano anímico a los integrantes del plantel, bajoneados por la floja campaña.
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