La última renovación del contrato de Lucas Alario en River ocurrió en septiembre del 2016. La dirigencia confirmó lo que en la cancha se veía claramente: que el goleador tiene un futuro prominente. Lo blindó con una cláusula de rescisión de 18.000.000 de dólares, una cifra solo apta para un gigante europeo o, como ocurre ahora, algún equipo chino.

Pedro Aldave, representante del ex Colón, confirmó en las últimas horas que un equipo asiático había ofrecido ese número por su juego infalible adentro del área. Y que la decisión sería únicamente del jugador. "La oferta está, pero él no está muy convencido de ir", contó cuando reveló la existencia de la propuesta. Dos días después, la cuestión está zanjada. Alario continuará en River. Pero en el medio, varias figuras opinaron sobre qué debería hacer el goleador.

"Él está contento acá, es un pibe que escucha mucho, muy profesional. El momento de ir a China o Europa se le va a dar solo, no se tiene que apurar. Su momento ahora es quedarse acá con nosotros", dijo Leonardo Ponzio, capitán y referente del equipo. Él ya pasó por Europa, y volvió a Núñez joven. Pasó por todos los estados: ahora es ídolo y capitán, con una Copa Libertadores en la vitrina. Alario, efectivamente, oye sus opiniones.

"La oferta no le quita el sueño porque tiene la ilusión de ganar la Copa Libertadores", contó Aldave, cuando el rechazo se hizo realidad. Alario tiene la espina con la Copa. Si bien disputó semifinales y final de la edición 2015, el año siguiente estuvo en el banco de suplentes en los dos partidos de la serie ante Independiente del Valle, donde los ecuatorianos eliminaron a los de Gallardo.

Cuando a fin de año se empezó a hablar sobre los camiones repletos de dinero que vendrían por el delantero, él mismo marcó postura: "Estoy contento en River, no pienso en irme por ahora". Incluso el entrenador, que lo bancó: "Le dio muchísimo al club, elevó a lo más alto a esta institución y obtuvo muchos logros", apuntó. Enzo Francescoli, manager de la institución, fue otro de los que irrumpió en la opinión pública para bajarle un mensaje —un consejo— al delantero: "A Alario le diría que espere: se va a ir a uno de los dos o tres mejores equipos del mundo", dijo.

Si bien no hubo ofertas reales, PSG de Francia lo tiene en la mira. La Copa Libertadores, si River termina de moldear un equipo competitivo, funcionará como escenario para lo que él mejor sabe hacer: gritar goles. En River hizo 31 en 57 partidos. Es uno de los preferidos de los hinchas. Y Edgardo Bauza, DT de la Selección, lo tiene en la mira. Alguna vez lo calificó como "el futuro de la Selección". Alario eligió el presente para construir el mañana.

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