Luego de casi 5 años, los hinchas de River volvieron a comprar una entrada para ir de visitante sin la necesidad de esconderse como neutrales.
La APREVIDE autorizó a Lanús a vender 10.000 populares y 800 plateas que se agotaron en un rato por vía web.
No hizo falta ser socio, ni abonado, absoluta libertad para comprar y la entrega se hizo sin problemas.
Lo único raro fue que no les dejaron colgar banderas del alambrado y hubo un control muy fuerte de modo que la tribuna visitante fue un mar de gente, sin trapos y sin la habitual coreografía de los barras.
El operativo de ingreso de los hinchas de River fue armado desde temprano y los controles llegaban a tres y cuatro cuadras de la cancha donde no dejaban pasar sin entradas.
Eso generó algunos problemas y tardanzas para poder acceder al estadio. Por eso en los minutos previos mucha gente aun estaba en las afuera. Desde el organismo de seguridad advirtieron que los inconvenientes se produjeron por la gran cantidad de hinchas sin entradas que se acercaron a la zona.
Hubo corridas, al menos quince heridos y ruido a balas de goma. Para peor hubo mucha tensión en las horas previas por la interna de la barra de River y corrió el rumor de la presencia de integrantes de la barra del oeste que iban en busca de los Borrachos del tablón.