Fútbol
Se pelearon en 1995 y, desde entonces, casi no volvieron a hablarse. Al presidente no le quedó otra que ofrecerle el buzo. ¿Cómo se llevarán ahora?
Semanas atrás, Ramón Díaz señaló que por River haría "cualquier cosa". Y se ve "cualquier cosa" incluía la reconciliación con Daniel Passarella, sea sólo por interés o conveniencia. Del lado del presidente, la presión de los hinchas y la negativa de Ricardo Gareca lo dejaron sin margen de acción: no le quedó otra que ir contra su propia voluntad y ofrecerle el buzo al riojano. Se sabe que ambos tienen personalidad fuerte y suelen ir al choque. La gran incógnita: ¿Cómo se llevarán a partir de ahora?
Alguna vez, el Pelado y el Kaiser fueron muy amigos. Hacia 1995, cuando Ramón inició su primera gestión en River para luego convertirse en el entrenador más exitoso de la historia del club, se distanció de Passarella, quien ya dirigía a la Selección Argentina. ¿Motivos? Diferencias, desencuentros y -fundamentalmente- celos y egocentrismos.
Desde entonces casi no volvieron a hablarse. Sólo cruzaron palabras hirientes a través de los medios. Hasta que en 2009 tuvieron un acercamiento en un restaurante en la zona de Martínez. El actual presidente de River le tendió la mano a Ramón y, con aire cómplice, le hizo una pregunta: "¿Por qué estábamos distanciados nosotros?".
"Fuimos muy amigos y yo hice muchas cosas por él. Y creo que en la vida hay que ser agradecido", afirmó Passarella hace unos años. "Daniel me debe más a mí que yo a él, pero no vale la pena seguir con esto: la gente conoce muy bien quién es Passarella y quién es Ramón Díaz", devolvió el riojano.
Passarella -siempre- dijo que él había lanzado la carrera de Díaz como entrenador. Y Ramón -siempre- lo negó.
Passarella: "Cuando Ramón volvió de Japón, hablé con el hermano de Davicce para que fuera técnico de River. Lo llamé a Ramón a la casa y no estaba: hablé con Mirta, su señora, y me dijo que él quería seguir jugando. Le contesté que se dejara de joder, que ya no podía hacerlo. Y a los tres días me llamó Ramón y me dijo que quería agarrar. Nos juntamos, le expliqué cómo pensaban los dirigentes, todo lo que tenía que saber. Le pregunté si tenía cuerpo técnico y qué iba a hacer con los muchachos que quedaban trabajando en el club. Me respondió que los dejaba a todos. Pero después los echó. Podría haberme dicho que iba a cambiar todo: a partir de ahí no hablamos más..."
Díaz: "Dice que él me llevó a la Fiorentina, pero el que lo hizo fue Trapattoni. También sostiene que habló con los dirigentes del Inter para que me llevaran, pero si fui ahí es porque yo era amigo del director deportivo. Y a River, como técnico, el que me llevó fue Alfredo Davicce. Cada uno tiene sus cosas: los dos somos entrenadores y no nos vamos a hacer las niñas bonitas, porque la competencia existe: quién ganó más, quién está, quién quiere ser el mejor...".
¿Más? En el verano de 2007, Passarella dirigía a River y Ramón a San Lorenzo. Se cruzaron en la previa de un clásico veraniego en Mar del Plata.
Passarella: "Espero que él venga a saludarme: en la vida hay que ser agradecidos".
Ramón Díaz: "Tendría que haber ido yo a saludarlo: El es más grande que yo... de edad".
Desde entonces casi no volvieron a hablarse. Sólo cruzaron palabras hirientes a través de los medios. Hasta que en 2009 tuvieron un acercamiento en un restaurante en la zona de Martínez. El actual presidente de River le tendió la mano a Ramón y, con aire cómplice, le hizo una pregunta: "¿Por qué estábamos distanciados nosotros?".
"Fuimos muy amigos y yo hice muchas cosas por él. Y creo que en la vida hay que ser agradecido", afirmó Passarella hace unos años. "Daniel me debe más a mí que yo a él, pero no vale la pena seguir con esto: la gente conoce muy bien quién es Passarella y quién es Ramón Díaz", devolvió el riojano.
Passarella -siempre- dijo que él había lanzado la carrera de Díaz como entrenador. Y Ramón -siempre- lo negó.
Passarella: "Cuando Ramón volvió de Japón, hablé con el hermano de Davicce para que fuera técnico de River. Lo llamé a Ramón a la casa y no estaba: hablé con Mirta, su señora, y me dijo que él quería seguir jugando. Le contesté que se dejara de joder, que ya no podía hacerlo. Y a los tres días me llamó Ramón y me dijo que quería agarrar. Nos juntamos, le expliqué cómo pensaban los dirigentes, todo lo que tenía que saber. Le pregunté si tenía cuerpo técnico y qué iba a hacer con los muchachos que quedaban trabajando en el club. Me respondió que los dejaba a todos. Pero después los echó. Podría haberme dicho que iba a cambiar todo: a partir de ahí no hablamos más..."
Díaz: "Dice que él me llevó a la Fiorentina, pero el que lo hizo fue Trapattoni. También sostiene que habló con los dirigentes del Inter para que me llevaran, pero si fui ahí es porque yo era amigo del director deportivo. Y a River, como técnico, el que me llevó fue Alfredo Davicce. Cada uno tiene sus cosas: los dos somos entrenadores y no nos vamos a hacer las niñas bonitas, porque la competencia existe: quién ganó más, quién está, quién quiere ser el mejor...".
¿Más? En el verano de 2007, Passarella dirigía a River y Ramón a San Lorenzo. Se cruzaron en la previa de un clásico veraniego en Mar del Plata.
Passarella: "Espero que él venga a saludarme: en la vida hay que ser agradecidos".
Ramón Díaz: "Tendría que haber ido yo a saludarlo: El es más grande que yo... de edad".
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