Claudio Martínez, quien sufrió dos ataques en su domicilio, se aleja de la institución. En tanto, el vicepresidente Cristian D'Amico, cuya camioneta fue baleada cuando salía del club con su hijo, pidió licencia. ¿Ganan los barras?
En los últimos meses, tras la victoria del Movimiento Rojinegro Querido y la asunción como presidente de Eduardo Bermúdez, los ataques violentos se multiplicaron en Newell's. A tal punto que Claudio Martínez, quien sufrió dos ataques a balazos en el domicilio en el que vive, y que desde hacía semanas contaba con custodia policial, presentó su renuncia como secretario del club.
No es el único: Cristian D'Amico, vicepresidente segundo, sufrió otro ataque mafioso cuando salía con su hijo de 10 años en su camioneta del club: un grupo de delincuentes atacó el vehículo a balazos y tanto el padre como el hijo salvaron su vida de milagro. Bueno: D'Amico acaba de pedir licencia, y no descarta pedir la renuncia. ¿Ganan los barras?
A menos de seis meses del triunfo en las urnas, en Newell's pasó de todo: tiraron una granada que impactó en el estadio y destrozó el departamento de prensa, agredieron a directivos... Uno ya dio un paso al costado. El otro, casi. Mientras, los violentos ganan por goleada. Porque hasta el momento, por ninguno de estos hechos de violencia se registraron detenidos.
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