Socios del Club Atlético Independiente tomaban la sede de Avenida Mitre, en Avellaneda, para reclamar la renuncia del presidente, Javier Cantero, en otra muestra de la inestabilidad política que se vive en el club, que se encuentra al borde de la quiebra.
El presente futbolístico no ayuda, puesto que el equipo ha caído a la Primera B Nacional y salió de los puestos que garantizan el retorno a la máxima categoría.
Cantero había negociado con la oposición para saldar deudas con el plantel futbolístico profesional y en la víspera había anunciado que se adelantarán las elecciones.
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