El Ciclón mostró pocas respuestas para asegurar su pasaje a la Libertadores de 2018 y Talleres, que jugó a cara de perro, frente a su gente, no tuvo piedad de las ambiciones de San Lorenzo, porque lo doblegó en el juego, y le arrebató sus sueños. Leonardo Godoy pegó primero y Blandi igualó de penal, en el final.
Con la obligación de sumar los tres puntos en la última fecha del campeonato, San Lorenzo salió decidido a mostrar sus ambiciones, con una línea de cuatro volantes, delante de Mercier, para apoyar a Blandi, el referencia de ataque.
Pero detrás de las intenciones del Ciclón, no hubo contenido desde lo futbolístico en el primer tiempo, porque el juego asociado brilló por su ausencia y eso le dejó las riendas del encuentro a un Talleres con una actitud firme para poner en aprietos a Nicolás Navarro, que trabajó en exceso.
El local manejó los hilos en el capítulo inicial a partir de la dinámica de Leonardo Gil y la experiencia de Pablo Guiñazú, para estar siempre en el lugar exacto, como primer pase o salida clara de Talleres. Y encima, los de arriba estaban picantes, para generar pesadillas sobre la frágil defensa del elenco dirigido por el uruguayo Diego Aguirre.
La primera llegada se generó con un desborde de Palacios por izquierda, las dudas de Navarro para salir a cortar y la llegada tarde de Menéndez, que estaba solito para empujarla. Y el Ciclón, como manotazo de ahogado, contestó con un remate de Mercier, desde afuera, que se fue por arriba del arco.
Talleres no encontraba obstáculos para sus impulsos y siguió apuntando sus cañones sobre el arco de Navarro, que mostró sus mejores reflejos al tapar un mano a mano con Menéndez, y después sólo pudo mirar como Araujo desviaba su cabezazo, desde magnífica posición, tras un centro de Gil.
El Ciclón, que se quedó sin Angeleri, por una lesión, apenas contestó con un par de corridas de Cerutti y un remate de Merlini, que se fue cerca del palo derecho.
El segundo tiempo ya ofreció otro escenario. Ya no fue un monólogo del local, por lo que el juego y las situaciones de peligro empezaron a repartirse. San Lorenzo avisó con un cabezazo de Merlini, tras centro de Cerutti, que se fue besando el palo, y después tanto hubo una llegada a fondo de Blandi y un remate peligroso de Belluschi, desde la puerta del área.
También hubo un cabezazo de Blandi en el palo, tras un tiro de esquina de Merlini, y un exquisito tiro libre de Belluschi, que obligó a una gran estirada de Herrera.
Pero cuando Talleres volvió a pisar el acelerador, puso al desnudo las deficiencias de la defensa del Ciclón, porque desbordó Emanuel Reynoso por la izquierda y Leonardo Godoy, que se había animado a mandarse al ataque, la empujó al gol. Y la igualdad llegó en el final, cuando era demasiado tarde, con un tanto de Blandi, desde los doce pasos
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