Un joven de 21 años recibió un piedrazo en la cabeza después de que dejara estacionado su automóvil en una rampa para discapacitados en el barrio porteño de Caballito.
Según contó el hombre, identificado como Emiliano Seiva, una vecina le había tocado el timbre de la casa de su novia para que corriera el vehículo, que estaba debajo del espacio que está reservado para el vehículo con patente HEQ191, de acuerdo con lo consignado en el cartel que está justo en dicho lugar. Fue entonces cuando decidió bajar a la calle, en Riglos al 100, a mover el coche.
De acuerdo con lo que contó el joven en declaraciones televisivas, “ella me había dicho que podía estacionar ahí salvo que me avise o por supuesto, tenga lugar en otro lado. Varias veces me había avisado y yo lo corría sin problemas".
Cuando bajó, vio a la vecina acompañada de otras personas que lo increparon. “¿Nos vamos a pelear por un auto?”, le preguntó el joven a un hombre encapuchado que sería el sobrino de la mujer. Enseguida, el desconocido lo tomó de la ropa y comenzó a pegarle con un ladrillo en la cabeza.
“Fue premeditado”, aseveró el joven que debió ser hospitalizado en la Clínica Santa Isabel de Flores como consecuencia de una fractura de órbita y una contusión cerebral que le ocasionó el golpe.
"Si me hubieran pegado dos centímetros más arriba o al costado, hoy me estarían velando", sostuvo el muchacho y reconoció que tiene miedo de salir a la calle porque no sabe si lo pueden estar esperando.
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