Cinco argentinos competirán en el Mundial de la Pizza en Italia

Cinco maestros pizzeros de Buenos Aires intentarán dejar al país en lo más alto del podio de sus respectivas categorías. Se trata de hombres que van de los 22 a los 44 años, que tienen años y años de experiencia en el rubro y que resultaron ganadores en sus categorías del campeonato nacional que se realizó en 2013.

Es así que Diego Dávila, Miguel Villalba, Ezequiel Ortigoza, Javier Labaké y Mateo Kawaguchi se codearán con italianos, francés, alemanes y cocineros de otras nacionalidades para demostrar su talento en la masa.

Kawaguchi, el más joven del equipo, tiene síndrome de Down y pese a su corta edad se recibió de maestro pastelero y pizzero. “Mateo nos llena de orgullo. Trabaja en La Continental y tiene un emprendimiento propio junto otros chicos con síndrome de Down en el que hacen pizza party. Por eso, lo invitamos para que sea parte del equipo y así demostrarle al mundo entero que hay una posibilidad de inclusión laboral y de oportunidades”, contó a DIARIO POPULAR Javier Labaké, director de la Escuela de maestros pizzeros de la Asociación de Propietarios de Pizzerías Casas de Empanadas y Actividades Afines (APPYCE) y capitán del equipo.

Los argentinos competirán en 9 de 11 categorías, entre las que se encuentran pizza clásica; in teglia; en molde, sin glúten; napoletana STG; due; acrobacia y velocidad. “De todas, nos sentimos más seguros en pizza in teglia, que es pizza al corte. Es en molde de 40x60 y es más parecida a la nuestra. Con altura, que permite cierta cantidad de ingredientes”, precisó.

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Toda una competencia

En 26 años que se realiza la competencia, nunca un argentino resultó ganador. Lo más cercano a ello fue un ítalo-argentino, Duilio Girotto, que salió tercero en la categoría acrobacia. “Sabemos que es muy difícil, pero estamos en vistas de hacer un papel digno”, deseó Labaké. El año pasado, de 900 participantes y 700 equipos, la Argentina logró quedarse con el puesto 29, algo no menor si se tiene en cuenta la cantidad de competidores.

Vale decir que los ganadores obtienen un cheque, que es más bien simbólico, e ingredientes. “Pero para nosotros es inviable. ¿Qué hacemos con 40 kilos de harina? ¿Cómo lo traemos? Nosotros lo que queremos es dignificar el oficio de uno y llevarlo a lo más alto”, aseguró.

La competencia no es fácil. En primer lugar, requiere el dominio de los materiales. Es que, la harina, por ejemplo, no es la misma que la argentina. “Nosotros hacemos una pizza en tres horas y ellos hacen una pizza en tres días. Porque la harina de ellos se va fermentando de a poquito. Nosotros la forzamos con una levadura artificial. Por eso, ellos tienen una masa liviana, más esponjosa”, relató Labaké.

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Antes de competir, los participantes deben preparar en el backstage la masa y posteriormente tienen 20 o 30 minutos para hacer sus creaciones delante de un jurado integrado por notables expertos, mientras centenas de colegas hacen lo propio con sus obras culinarias.

"Sabemos que es muy difícil, pero estamos en vistas de hacer un papel digno", deseó Labaké.

El gusto de lo propio

A los italianos les gusta la pizza italiana. No hay vueltas. No por nada la hacen tan bien desde hace cientos de años y, junto con las pastas, forman parte de su marcada identidad gastronómicas. Por eso, no es de extrañar que siempre se lleven el podio.

“En Italia todo el mundo sabe hacer pizza y tiene un respeto muy importante por ella. Además, tienen el gusto. Nosotros intentamos adaptarnos a ellos pero muchas veces eso implica modificar nuestros propios gustos”, aseveró Labaké.

Los participantes viajarán el 3 de mayo hacia Parma, donde se realizará el certamen, para practicar intensamente con los ingredientes de allá. Y ya el 8,9 y 10 mostrarán todo lo que saben en el Centro Palacassa. “Queremos estar cerca del podio, pero si salimos en el puesto 10 me doy vueltas al Obelisco de Rodillas”, concluyó risueño.

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