"Me salvé por un segundo", expresó, todavía en shock, Silvana, la dueña de la casa que quedó destruida por el choque de un camión y un colectivo.
Sucedió en José Ingenieros, partido de Tres de Febrero, donde este lunes al mediodía un colectivo de la línea 237 quedó incrustado en esa vivienda, luego de chocar con el camión.
Al momento del impacto, los ocupantes de la casa se salvaron de milagro: en el living, donde se metió el transporte, no había nadie. "El cartel luminoso era lo único que resplandecía", detalló Silvana, quien contó que sintió el estruendo, polvo y luego la oscuridad total. "El chofer no podía salir, porque quedó atrapado por los escombros. No le pasó nada de milagro, porque el colectivo quedó destruido adelante", agregó.
La que más sufrió el accidente fue la hija de Silvana, de 10 años, quien quedó en la planta alta y no podía bajar a reunirse con su familia. La mujer comentó "la desesperación desde debajo de no saber qué hacer con ella".
Lo cierto es que el colectivo aún permanece incrustado en la casa, ya que los peritos deben hacer las investigaciones pertinentes.
comentar