La numerología, que se usa desde hace varios siglos atrás, resulta una gran herramienta para conocerse mejor a través de letras, números y patrones.
Este arte adivinatorio se basa en una serie de cálculos, a partir de la fecha de nacimiento o del nombre de la persona, cuyo resultado es un número que se asocia a un tipo de personalidad determinada, y que también permite a los expertos en esta práctica a realizar predicciones.
Además, la numerología es un conjunto de creencias y tradiciones que establece una relación mística entre los seres vivos y los números.
Según la tradición, existen diferentes escuelas de numerología, como la cabalística, la caldea, la china y la pitagórica.
Para determinar el número que te corresponde según tu fecha de nacimiento, la numerología tiene un sistema de cálculo muy sencillo: hay sumar todas las cifras que componen tu fecha de nacimiento hasta reducirlas a un número único.
Por ejemplo, si tu fecha de nacimiento es el 29-07-1988, deberías sumar 2+9+7+1+9+8+8=44. Luego, hay que reducir este resultado de dos cifras, sumándolas entre sí, es decir, 4+4=8. El número que correspondería a esa fecha de nacimiento es el 8.
El número 1 representa la autosuficiencia, el yo, la individualidad, la creatividad. Corresponde a los líderes, a los que tienen capacidad de mando y carisma. Son personas con ambición, que asumen riesgos para alcanzar sus metas. Afectuosos y amables, aunque también les cuesta demostrar sus sentimientos.
El número 2 corresponde a una persona con empatía, sensible a las necesidades y los sentimientos de los demás, que sabe escuchar y sabe dar consejos. También son grandes compañeros y excelentes trabajadores en equipo. Su capacidad para mediar es destacable, si bien puede hacer que se dejen llevar por algunas personas.
Si eres un número 3, se puede decir que tienes grandes dotes de comunicación. Otras características de los tres son la simpatía, la sociabilidad y el gusto por los placeres de la vida. Sin embargo, también puedes tender a la dispersión y a dejar proyectos sin finalizar.
El número 4 es el de los valores, la lealtad, la reponsabilidad. Los cuatro tienen una habilidad especial para la organización y la administración, pero también pueden llegar a ser bastante testarudos y carentes de imaginación. Son personas en las que se puede confiar.
El número 5 simboliza la libertad, la aventura, el viaje, la búsqueda de novedades, la inquietud. Pertenece a una persona muy sociable, polifacética, curiosa e ingeniosa. Sin embargo, precisamente, su espíritu libre y su inquietud pueden provocar cierta insatisfacción, puesto que no es una personalidad nada constante.
El número 6 es la responsabilidad, la lealtad y la capacidad de ayudar a los demás, asumiendo responsabilidades que, incluso, pueden llegar a restarle libertad. En el lado negativo, son personas que también exigen lealtad y que pueden ser celosas o egocéntricas. Asimismo, se trata de personas en las que se puede confiar.
El número 7 corresponde a una personalidad analítica, espiritual, con conciencia, idealista y sabia. A los siete les encanta leer y aprender, y no destacan por su sociabilidad, ya que les encanta la paz y la tranquilidad. Precisamente, su gusto por la introspección puede hacerles tender al aislamiento, en ocasiones.
El número 8 posee una personalidad valiente, segura y ambiciosa. Destaca por su iniciativa y su capacidad de decisión, aunque el ocho también corresponde a una personalidad impulsiva. Son personas constantes, disciplinadas, honestas y bastante independientes. Su mente es bastante fría, capaz de trazar buenos planes y estrategias.
El número 9 corresponde a una personalidad generosa, compasiva y noble. Se trata de personas que pueden ser muy buenas amigas, y en las que se puede confiar. Disciplinadas, metódicas e incansables. Además, los nueve son personas espirituales y místicas.
A través del nombre y el primer apellido, también podemos saber qué dicen los números. A cada letra, se le asigna un número, según esta tabla de correspondencia, y se suman todas las cifras. Hay que tener en cuenta que solo nos puede quedar una cifra.
Por ejemplo: DANIELAMEDINA (4+1+5+9+5+2+1+4+5+4+9+5+1= 55). El resultado hay que descomponerlo y sumarlo: 5+5=10. Sólo puede dar una cifra, volvemos a descomponer: 1+0= 1: el número es 1.