"Alquilar se puede" es el plan que lanzó el gobierno encabezado por Mauricio Macri para facilitar el alquiler de viviendas. Según lo indica su propia página web, el programa da una garantía para aquellos que no la poseen, un préstamo que solventa los gastos de ingreso a un departamento —honorarios de inmobiliaria, depósito, mes adelantado—; y un subsidio del 50% del costo mensual del inmueble que es abonado por el Estado porteño a través del Banco Ciudad.
Emilio Basabilbaso es el titular del Instituto de Vivienda de la Ciudad, entidad pública que respalda el plan. Él explica "Alquilar se puede" en cuatro pilares: "La garantía, el subsidio para las familias que lo necesitan, el préstamo y la posibilidad para que alquilen aquellos que realizan trabajo informal", señaló.
A diferencia de otros planes, el subsidio es para la demanda: cada familia elige el departamento donde quiere vivir. Los postulantes se inscriben en la página de internet del programa. Son seis pasos: el trámite en la web, completar un formulario, hacer una entrevista en el Instituto de la Vivienda de la Ciudad, otra en el Banco Ciudad, elegir la propiedad y firmar el contrato. Por supuesto, las entrevistas serán si pasan los parámetros que ponen tanto el órgano estatal como el bancario.
El programa se lanzó en marzo, en las previas de las PASO porteñas. Y ya hubo 830 beneficiados, entre 3500 postulados; cerca del 23% del total. Los aspirantes a conseguirlo califican por puntaje: suman por hijos, estado de la vivienda, y otros ítems. Si están seleccionados o no, se enteran por mail. Ahí reciben el puntaje que alcanzaron y la cifra que cortó la preselección.
A quienes salgan seleccionados les otorgarán un préstamo equivalente a cinco meses del alquiler elegido, que tendrán que devolver con una tasa a dos años de 19,5%. Si no necesitan el dinero porque tienen ahorros para cubrir los gastos iniciales, no importa: el crédito va igual.
"En este país, un préstamo a dos años, al 19%, es conveniente para cualquiera. Siempre será bienvenido", apunta Basabilbaso.
Las críticas al programa tardaron poco en llegar. Y lo hicieron todas juntas: sectores opuestos al PRO trataron la medida de "electoralista" y de "no solucionar el problema real de la vivienda en la ciudad".
"Alquilar se puede" otorgará 6000 planes en todo el 2015, una cifra baja si se estima que, según informes a los que tuvo acceso Diario Popular, cerca de 500.000 personas viven en déficit habitacional. Basabilbaso, consultado por la cifra, la niega. Habla de "300.000 personas y 100.000 hogares". De todos modos, este año, tan solo 24000 personas —si entendemos que hay cuatro personas por hogar— se verán favorecidas, apenas un 2%.
Basabilbaso justifica el número de planes: "Se basa en nuestra capacidad operativa. Este es un programa nuevo. Hay gente que describe una situación y luego, cuando les piden los formularios, no es tal. Nosotros garantizamos que el programa llegue a la gente que lo necesita. Y el primer año no queremos sobrecargar el proceso porque queremos que el proceso sea real, que la gente se pueda mudar. El año que viene iremos por más".
Fernando Muñoz, legislador del Frente Progresista y Popular, es uno de los principales críticos del plan. Además de acusarlo de "propagandístico", habla de que "no interviene en los abusos a los inquilinos", tanto por parte de los propietarios, que cobran las expensas extraordinarias, por ejemplo, como de las inmobiliarias, cuyos honorarios superan lo legal.
"El mercado se maneja con otras reglas, impuestas por las inmobiliarias: les exigen dos meses de comisión al inquilino, que es ilegal, el pago de expensas extraordinarias. El Gobierno no aparece en esa cadena de abusos", puntualiza.
Roberto Arévalo, titular de la Cámara Argentina Inmobiliaria, señala que los honorarios "son exclusivamente el 5% del contrato", y que esa plata "está contemplada en el préstamo del programa".
El programa apunta a un segmento claro: jóvenes entre 18 y 35 años, con hijos, que no pudieron irse de la casa de sus padres, o no tienen una garantía para alquilar. Los adultos mayores, también afectados por crisis de vivienda, quedan afuera. Basabilbaso entiende que "después de estudiarlo mucho", encontraron que "el alquiler es bárbaro para los jóvenes".
Otra de las críticas que viene por parte de distintos sectores es el incentivo al alquiler, y no la compra. Comprar una propiedad en la Ciudad de Buenos Aires es cada vez más complicado. Un estudio ilustra que, entre 2008 y 2013, el precio de los inmuebles subió un 157% en el caso de los nuevos, y 172% en los usados. Los alquileres, en cambio, fluctuaron un 55%. En el medio, aumentó la cantidad de inmuebles rentados: en el 2000 era el 21%; ahora, el 33%.
Basabilbaso responde con "Primera casa". Mediante ese plan, dice, el gobierno porteño fomenta la compra inmuebles mediante créditos hipotecarios. "Se mudaron 1000 personas en 2013, 1000 el año pasado y apostamos a 1000 más en este año", indica.
Muñoz no comparte: "'Alquilar se puede' no atiende los abusos, no soluciona los problemas que vienen teniendo los inquilinos en la Ciudad. No soluciona el real problema de la vivienda".
En el medio, la realidad de cientos de porteños. La tremenda demanda y escasa oferta tienen a los precios de los inmuebles a precios altísimos. Los inquilinos llegan a invertir hasta el 40% de sus ingresos mensuales para costear su techo. Eso no se regula. Tampoco los precios de un mercado agresivo y feroz, ni las dificultades de acceso a la vivienda: un derecho básico.
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