Tras una semana de incesantes precipitaciones que dieron lugar a inundaciones en gran parte de la provincia de Buenos Aires, las lluvias y la sudestada cesaron en las últimas horas y las aguas comenzaron lentamente a bajar en muchos municipios bonaerenses, para alivio de sus pobladores.
No obstante, Daniel Scioli indicó que todavía quedan unas 2.000 personas evacuadas y unas 4.000 autoevacuadas y que el esfuerzo se concentraría en asistir a los pobladores al tiempo que decretó la emergencia hídrica en todo el territorio provincial.
En este marco, los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Defensa, Seguridad y Planificación de la Nación desplegaron equipos para asistir a los pobladores que, en forma conjunta con los del Gobierno bonaerense, proveen de los elementos necesarios a los evacuados, como alimentos, colchones y frazadas, además de ayuda sanitaria.
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La actualidad de las zonas más afectadas.
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También numerosas organizaciones sociales, religiosas, culturales, deportivas y estudiantiles lanzaron campañas de donaciones para los inundados, que en el momento del pico de la crecida llegaron a 10 mil, con cerca de 20 mil damnificados.
La parte más afectada continúa siendo la zona norte provincial, donde se concentró el grueso de los evacuados en las localidades como Salto, Mercedes, Luján, San Antonio de Areco y Arrecifes.
En la mayoría de los 39 municipios afectados el agua empezó a bajar como en la cuenca del río Areco, del Matanza y del Luján, aunque en el caso de estos dos últimos municipios la cantidad de evacuados se mantienen en 1.200 y 500 respectivamente.
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