Banderas, pañuelos verdes, violetas y naranjas, carteles, pancartas y un mismo grito: "Ni una menos". Miles de mujeres de todo el país se dieron cita en diferentes ciudades para conmemorar los 4 años de la primera movilización y reclamar por el fin de la violencia machista y los femicidios que, en lo que va del año, suman 133 víctimas.
En Buenos Aires, los manifestantes se conglomeraron en el Congreso para marchar hacia Plaza de Mayo, donde leyeron un comunicado en el que cuestionaron las políticas económicas del gobierno nacional y pidieron por la legalización del aborto.
El texto, consensuado por todas las agrupaciones convocantes, señaló que marcharon “para decir basta de violencia económica, sexista, racista y clasista contra las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries, gordes e intersex; de la clase trabajadora: ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y negras”.
Además, pidió “saldar la deuda histórica para con ellas y todas las identidades vulneradas por el capitalismo patriarcal y el modelo económico de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos, sostenido por su gobierno y los gobiernos provinciales que precarizan nuestras vidas y profundizan todas las desigualdades y las opresiones”.
En simultáneo, se realizaron marchas en distintas ciudades del país, como Córdoba, La Plata, Salta, Gualeguaychú, Tucumán, Mar del Plata y Jujuy bajo la consigna #3J2019.
“En el momento de mayor precarización de nuestras vidas, por quinta vez, volvemos a gritar Ni Una Menos. Porque todos los días vemos cómo la violencia económica hace implosión en las casas y en los barrios, sobre nuestros cuerpos”, sostiene el texto de la convocatoria. Además, el reclamo por la legalización y despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo volverá a ser uno de los ejes de reclamo, luego de que se presentara por octava vez el proyecto en el Congreso.
A pesar de ciertos avances en las políticas públicas, el colectivo de mujeres continúa levantando la bandera de sus reclamos con un dato crítico: las cifras de femicidios son casi las mismas que hace cuatro años, cuando comenzaron a hacerse las marchas del Ni Una Menos.
Según el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, de la asociación civil la Casa del Encuentro, en 2015 hubo 286 casos; en 2016, 290; en 2017, 295; y en 2018, 273. Durante todo ese período hubo 139 femicidios vinculados, es decir, una persona -casi siempre hijos- cercana a la víctima que fue asesinada para provocarle un daño emocional.
La marcha de este año se dio en medio de cifras impactantes difundidas por diferentes organizaciones sociales que muestran que la violencia de género sigue en las calles de todo el país. Este año, se contabilizaron 133 femicidios en el primer cuatrimestre. Si se tienen en cuenta los registros provisorios de mayo, ya hubo un crimen por día.
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En este marco, en 2015, los reclamos eran, entre otros, la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la Violencia contra las mujeres; garantizar que las víctimas puedan acceder a la Justicia; dotar de capacitaciones de género a los empleados judiciales; un registro único para saber qué cantidad de mujeres son víctimas de violencia machista, ya que en ese entonces no había datos oficiales; garantizar la ley integral de educación sexual; garantizar la protección de las víctimas.
Algunos han sido cumplidos. Por ejemplo, en 2015 se aprobó una ley para que haya un cuerpo de abogados para dar patrocinio a víctimas de violencia de género de manera gratuita y el año pasado se creó un registro definitivo.
Ese mismo año se oficializó el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia y que luego se sumó el índice del INDEC, con datos proporcionados por los organismos públicos.
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