Los jugadores del San Pablo ingresaron al mítico Estadio Morumbí acompañados por once perros abandonados que viven en refugios de la capital de Brasil. La iniciativa es producto de la unión entre la directiva del club paulista y una decena de organizaciones no gubernamentales que se dedican a la reinserción social de mascotas abandonadas.
La campaña, denominada #AmigoTricolor busca hacer notoria la situación que los perros callejeros sufren y concientizar a los dueños acerca de la necesidad de cuidados apropiados como la vacunación y las castraciones.
En el campo de juego, San Pablo empató 1-1 contra el Palmeiras y culminó la jornada 28 del Brasileirao en la sexta posición.
Este es el momento del ingreso al campo de juego, regalo de uno de los canes incluido. ¿Te gustaría que se hiciese algo similar en nuestro país?
comentar