Las víctimas son Nicole y Guillermina, dos hermanas de 12 y 14 años; y sus atacantes, compañeras que primero las amenazaron y después pasaron a los hechos.
El padre de las chicas, Eduardo Reynoso, le dijo al Diario Regional de Pilar: "Las anoté en esa escuela porque sinceramente compré la casa acá, la estoy pagando y no me dan los costos para mandarlas a un colegio privado, como quería". El hombre contó que se mudaron hace dos años de San Miguel al barrio Pellegrini.
La forma de vestir y de hablar habría sido el detonante. Lo grave es que, tras el primer ataque, la escuela prometió interceder, pero las agresoras volvieron a la carga días después. "La más chiquita está muy mal psicológicamente, no quiere ni salir de casa prácticamente", relató el hombre.
En tanto Lorena Busto, la madre de las nenas, dijo a la prensa: "Me da terror llevarla al colegio y que me la devuelvan en un cajón".
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