Sucedió en Punta Lara, donde el pequeño lobo de mar fue visto por los pescadores y vecinos, frente a un arroyo. Como no pudieron devolverlo a su hábitat, el hombre decidió llevarlo al zoológico
Un hombre rescató y trasladó en el baúl de su auto un
pequeño lobo de mar desde Punta Lara hasta el Zoo platense.
El animal fue
avistado por primera vez el martes frente al arroyo Miguelín, de esa localidad, causando un gran alboroto entre los vecinos y pescadores porque en ese lugar no es habitual encontrarse con ese tipo de ejemplares.
Los vecinos se contactaron con personal de
Prefectura Naval y con guardaparques de la Reserva Ecológica de Punta Lara, quienes intentaron rescatar al animal o dirigirlo aguas adentro para que reencontrara su rumbo hacia el sur.
Eduardo Villarreal, un remisero ensenadense de 28 años que trabaja en una agencia de Punta Lara, fue uno de los observadores que desde el martes estuvo pendiente de la suerte del animal.
"El martes apareció el lobito y todo el mundo se alborotó, por eso se llamó a la Prefectura, pero no lograron capturarlo; lo grave fue que desde la costa
los chicos le tiraban todo tipo de cosas y el animal se veía muy asustado", sostuvo.
Ante la imposibilidad de rescatarlo, quienes montaron el operativo optaron por ingresar al río con una moto de agua con la que de a poco fueron "arreándolo" río adentro.
Después de esa maniobra,
el lobito desapareció de la vista de los curiosos y todos creyeron que no volverían a verlo.
Sin embargo, el lobo volvió el miércoles por la mañana casi al mismo punto en el que se lo descubrió el día anterior.
"Lo vimos con unos pescadores, pero esta vez no se juntó tanta gente y por eso intenté un acercamiento", agregó el remisero.
Con la ayuda de los pescadores, Villarreal comenzó a arrojarle algunas mojarras, y el lobito, visiblemente manso y hambriento, se fue acercando en busca de más.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, y mientras el animal tenía sus negros clavados en la carnada, Villarreal logró tomar al animal y,
pese a su resistencia, rápidamente lo cargó en el baúl del auto. "Se nota que es un lobito bebé, no tiene más de un metro, se veía muy flaco y bastante cansado", agregó el joven que finalmente rescató al animal sin más estrategia que unas mojarritas y un movimiento veloz.